Beloki y Kivilev se juegan el podio
El duelo hispano-kazajo animará la contrarreloj de hoy en Montluçon
Cuatro meses en Burgos dan para mucho. Andréi Kivilev, kazajo, aprendió a hablar un español más que decente y supo quién no debía dirigirle nunca en una contrarreloj. Era 1997. Había una cronoescalada en una prueba española y Julio Izquierdo, director del Cropusa, el equipo en que corría Kivilev, invitó a Javier Mínguez, que buscaba a gente para el Vitalicio, para seguir al kazajo. Al poco de empezar la prueba, el corredor hizo un gesto con la mano para que se acercara el coche. ¿Habrá pinchado? ¿Querrá agua? ¿Qué problema tendrá? 'Dile a ése que se calle', le dijo a Izquierdo señalando a Mínguez. 'No para de gritar y me agobia. No quiero que nadie me diga nada'.
Javier Mínguez, que dejó el ciclismo cuando echó el cierre el Vitalicio (y que no le fichó finalmente), no seguirá hoy a Kivilev en la contrarreloj más importante de su vida, los 61 kilómetros entre Montluçon y Saint Amand-Montrond, que pueden dar con sus huesos en el podio. Inesperadamente. Generosamente. Víctima de la furia combinada del ONCE-Eroski, el Telekom y el US Postal en los abanicos de Verdún (18 minutos), Kivilev fue beneficiario especial del agua de Pontarlier, de la partida de póquer que jugaron los tres grandes, juntos de nuevo, que le recompensó con el doble de lo perdido. Desde aquel día, Kivilev, que corre en el Cofidis, se convirtió en un resistente. Aguantó lo que pudo en los Alpes; se agarró a la montaña en los Pirineos. El US Postal y el Telekom pudieron librarse del castigo a su pecado de soberbia sobre el Tour. El ONCE-Eroski, todavía no. Llega a la contrarreloj todavía tercero. Con 1.20 de ventaja sobre Joseba Beloki: 80 segundos, 1,3 segundos por kilómetro. La mínima, e inesperada, diferencia que rompe el orden del Tour, que perturba el 1-2-3 (Armstrong-Ullrich-Beloki) dictado por la montaña.
Necesidad psicológica
Siete meses en el ONCE-Eroski dan para mucho, pero no para todo. Un año después de terminar tercero, he aquí a Beloki de nuevo luchando por el mismo puesto, por detrás de los mismos corredores, un techo, un tope. 'Pero a Beloki le ha faltado trabajar la base, los meses de diciembre y enero, que son los cimientos', dice Saiz. 'Estaba demasiado preocupado por sus problemas con el Festina como para entrenarse bien'. Lo dice para motivar al corredor. Igual que le dice que debe confirmar el podio del Tour ganando la Vuelta. 'Lo necesita psicológicamente. Necesita sentirse un ganador y no abrumarse pensando que siempre será tercero'. Pero Beloki lo sabe todo ya. 'En diciembre ya sabía que correría con el ONCE y me entrené bien. El problema fue la caída de marzo, en la París-Niza. La lesión me paró en el momento más inoportuno'.
En marzo, abril y mayo es donde los hombres Tour entran en competición. Necesitan las carreras para empezar a asimilar altas cargas de trabajo, para subir en la forma. Como Ullrich en el Giro, aunque llegara todos los días con retraso. Beloki llegó al Tour con sólo 29 días de competición.
Y un año más se jugará un puesto en el podio. 'Calculo que podré aguantar', promete Kivilev. 'Aunque será difícil. Ya veremos'. 'Creo que lo conseguiré, con la ayuda de la experiencia del año pasado', dice Beloki. 'La contrarreloj de 2000 la empecé demasiado lento, pensando que me iba a quedar sin reservas. Ya he visto que se trata de salir a tope y moviendo un buen desarrollo'.
Orden de salida: 15.33 horas. Marcos Serrano (ONCE-Eroski). 15.36. Santiago Botero (Kelme). 15.39. Michael Boogerd (Rabobank). 15.42. Óscar Sevilla (Kelme). 15.45. Igor González de Galdeano (ONCE-Eroski). 15.48. François Simon (Bonjour). 15.51. Joseba Beloki (ONCE-Eroski). 15.54. Andréi Kivilev (Cofidis). 15.57. Jan Ullrich (Telekom). 16.00. Lance Armstrong (US Postal).
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