Un faro bajo la sierra

La oscuridad que cada noche envuelve la sierra de Guadarrama quedará despejada a partir del crepúsculo de hoy, hasta el fin de agosto, sobre los muros y cúpulas del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Hoy se estrena una nueva iluminación, instalada en el plazo récord de tres meses por la compañía Iberdrola, en colaboración con Patrimonio Nacional. 400 puntos de luz, a base de proyectores y duraderas lámparas de halogenuros, de arco eléctrico gaseoso, sustituirán el dispositivo de bombillas incandescentes que iluminaba el edificio desde 1963. El nuevo sistema, desplegado en 11 columnas del entorno de La Lonja, en la cubierta y en numerosos focos del Jardín de los Frailes, bañará de un color de tonalidad cálida, suavemente acaramelado, el exterior del conjunto monacal, cuyo cimborrio será visible en plena noche desde los 50 kilómetros que lo separan de Madrid.

La iluminación consumirá 109 kilowatios/hora -unas 1.500 pesetas- y ahorrará hasta una quinta parte del precio de la tarifa anterior. Lucirá hasta la medianoche en verano, los fines de semana y festividades anuales. La inauguración será rubricada hoy en la basílica con un concierto de órgano de Ramón González de Amezúa, director de la Academia de Bellas Artes.