EE UU protesta por la condena de dos disidentes chino-americanos
El Departamento de Estado de EE UU reaccionó con 'sorpresa, consternación e indignación' ante una noticia que no esperaba: la condena a diez años de cárcel por espionaje para dos residentes estadounidenses juzgados en Pekín. EE UU esperaba un nuevo gesto de buena voluntad por parte de las autoridades chinas. No hace mucho, un caso similar se cerró con la condena y la deportación del acusado, lo que evitaba la pena de cárcel y la tensión diplomática. Pero fue antes de que Pekín se convirtiese en sede olímpica para 2008.
Según las agencias gubernamentales chinas, los dos residentes estadounidenses detenidos hace varios meses en Pekín fueron condenados por 'recopilar información secreta para agencias de espionaje de Taiwán, lo que supone una grave amenaza a la seguridad nacional china'. Gao Zhan y Qin Guanguang han mantenido siempre su inocencia. El mismo tribunal también condenó a 13 años de cárcel a un profesor universitario, Qu Wei, acusado de facilitar información confidencial a los otros acusados.
El veredicto es especialmente problemático en el terreno de la diplomacia, porque llegó cuando el secretario de Estado, Colin Powell, viajaba a China en una visita que pretende recomponer la relación entre los dos países y preparar la visita de Bush a Pekín prevista para octubre. Un portavoz de su departamento se lamentó en el avión de que China ni siquiera atendiese la petición para permitir la presencia en el juicio, que apenas duró cuatro horas, de un testigo de la Embajada estadounidense.
Gao Zhan impartía clases de Ciencias Políticas en la American University de Washington antes de ser detenida en el aeropuerto de Pekín acusada de espiar para Taiwan. Su hijo de cinco años, nacido en EE UU, pasó cuatro semanas en un centro de menores. El abogado de Gao asegura que su único delito fue facilitar a otro profesor fotocopias de artículos sobre las relaciones entre China y Taiwán.
