Las obras vuelven a cortar el túnel de Mitre por tercera vez en menos de dos años

El proyecto de túnel de Mitre nació cojo: en origen se preveía un paso subterráneo por debajo de la Via Augusta. No se pudo hacer y todo lo demás ha sido una continua adaptación de una obra que, aunque mejora lo existente antes del derribo del campo del Espanyol, no acaba de cuajar. Ayer empezaron nuevas obras en los laterales por debajo de la Via Augusta. En principio, esta zona iba a contar con dos carriles de circulación, pero los contactos con los vecinos culminaron en un pacto por el que se ha decidido que haya sólo uno y las aceras sean más anchas. La explicación es simple: una parte del tráfico que aconsejaba poner dos carriles se ha desviado por el interior del túnel tras la apertura (posterior a la obra principal) de la salida de Carlos III-Manila. Otra parte opta por la calle de Dom Bosco, que ahora tiene doble sentido de circulación. El resto circula bien la mayor parte del tiempo. Y los atascos de horas punta no se evitarían ni con un carril ni con dos. Así que, atasco por atasco, el más barato, aunque el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, prefiere interpretar que se ha optado por lo que han elegido los vecinos. Y en efecto, así figura en un pacto firmado por ellos y el Gobierno municipal.

Los que no están satisfechos son los que viven junto a la calle de Can Ràbia. Allí va una salida del túnel, dibujada desde casi siempre (en el primer proyecto había otro túnel en Doctor Fleming del que nunca más se supo). Cuando se hicieron las obras se dejó todo listo, pero no se abrió la salida para facilitar los trabajos. Algunos vecinos aseguran que cuando compraron el piso se les dijo que la salida nunca se abriría. Pues se va a abrir el próximo mes de agosto, aprovechando que el túnel quedará totalmente cerrado al tráfico para instalar diversas medidas de seguridad. 'Esta salida siempre estuvo prevista', asegura Casas. La calle pasará a ser de doble dirección.

En el interior del túnel se van a hacer diversas obras: los dos sentidos de la marcha quedarán separados por una pared que mejorará la seguridad en caso de accidente y también la ventilación. Además, se instalarán 14 nuevos ventiladores, que se añadirán a los 14 ya existentes. Las obras no terminarán en agosto y será necesario realizar restricciones de tráfico durante todas las noches en los siguientes cuatro o cinco meses. El presupuesto de estas obras asciende a 920 millones de pesetas, que se suman a los 3.500 ya invertidos. El presupuesto original era de 2.200 millones.La salida de Can Ràbia supondrá afectar a una zona que actualmente está ocupada por arbolado y viales. Se cubrirá con una pérgola y, según el Ayuntamiento, los vecinos no resultarán perjudicados porque el único tráfico que debe utilizar es el local. La salida viene exigida, asegura Xavier Casas, por motivos de seguridad en el interior del túnel.

Casas aseguró que el túnel de Mitre se convierte, con las obras ahora iniciadas, en un ejemplo para cualquier otro tipo de vía subterránea, hasta el punto, añadió, de que Protección Civil les ha pedido los criterios para convertirlos en norma general. No obstante, el grupo municipal de CiU cree que se trata de una chapuza. Los nuevos ventiladores suponen un incremento del ruido de unos tres decibelios, lo que puede desencadenar las protestas vecinales en cuanto empiecen a funcionar al completo.

La obra del túnel, además de haber exigido la apertura de una salida en el lateral descendente de la calle de Carlos III con Manila (terminada el pasado diciembre y ya nuevamente en obras) sufrió la caída de parte de la techumbre durante la pasada primavera. Los vecinos siempre la han criticado.

Frente a los problemas de la Ronda del Mig en la zona de Mitre y de Sants, la que se halla comprendida entre Sardenya y Alegre de Dalt está de relativa enhorabuena. Tenía que quedar cortada en las dos direcciones para proceder a su cobertura, pero las negociaciones entre el Instituto Municipal de Urbanismo y la empresa encargada de las obras ha permitido que 'sólo se corte en dirección Besòs', según explicó Xavier Casas.

En dirección Llobregat el corte era más problemático porque exigía el desvío por varias calles de escasa anchura, pero podrá permanecer abierta durante el periodo de obras. El tráfico que circula en dirección Besòs puede desviarse con facilidad por la calle de Camèlies.

Casas cree que el resultado de los cortes producidos en la Ronda del Mig, en su conjunto, no ha sido un tráfico especialmente caótico. En su opinión, los desvíos espontáneos de los conductores, las vacaciones de parte de la ciudadanía y las vías alternativas previstas por los responsables de Vía Pública han hecho soportables los drásticos cortes de las vías principales.

No obstante, hay fenómenos imprevisibles que pueden alterar el tráfico. Ayer se produjeron dos: el accidente de un camión en la Ronda Litoral y la presentación del Barça, que provocó un aluvión de gente en la zona del Camp Nou, con atascos más que notables.