La sala de estar en obras
El Ayuntamiento de Pamplona tala por sorpresa casi todos los árboles de la Plaza del Castillo
La Plaza del Castillo no volverá a ser la misma. A las cinco de la madrugada de ayer lunes, con 'nocturnidad y alevosía', según la protesta de los numerosos detractores del proyecto, el Ayuntamiento de Pamplona taló casi todos los árboles de la plaza. No es sino el primer capítulo de unas controvertidas obras que darán paso, dentro de 450 días, a un nuevo entorno peatonal con un gran aparcamiento subterráneo con capacidad para 802 vehículos.
Nadie, excepto el equipo de gobierno de UPN en la capital navarra, sabía cuando iban a comenzar las obras del proyecto que más rechazo vecinal ha despertado en Pamplona en los últimos veinticinco años. Más de 25.000 pamploneses pidieron con su firma un referéndum sobre el proyecto de peatonalización del espacio urbano más emblemático de la ciudad, la Plaza del Castillo, pero el equipo de la alcaldesa Yolanda Barcina, con el apoyo del PSN-PSOE, se negó en redondo a someter a la consideración de los ciudadanos un proyecto que, según sus promotores, dejará la plaza más arbolada y bonita de lo que ha estado durante los últimos sesenta años.
No obstante, el inicio de los trabajos se mantuvo en secreto para que nadie supiera cuando la imagen de la Plaza del Castillo pasaría a ser ya historia. Y Fue en la madrugada de ayer, sin testigos, aunque con un equipo de la Policía Municipal filmándolo todo en vídeo para elaborar un futuro documental sobre la muerte de una plaza y el surgimiento de una nueva. De momento, muchos ciudadanos no se creen que la plaza vaya a ser tan bella como la que ahora ha comenzado a derribarse.
Horas después, en conferencia de prensa posterior, los concejales de Urbanismo y Obras, José Ignacio Labiano e Ignacio Martínez, esgrimieron informes del Servicio de Jardines aduciendo el mal estado fitosanitario de los árboles y el riesgo que algunos representaban para la seguridad de los viandantes. El mismo argumento que el equipo de UPN esgrimió para justificar la temprana tala de la masa arbórea de la plaza.
Sin embargo, las decenas de personas que se fueron reuniendo en el lugar a medida que pasaban las horas, no se creyeron tales informes. Los troncos talados aparecían sanos y recios. Creció la tensión. La Policía Municipal y la Policía Nacional vigilaban el centro de la plaza, vallado por completo, pero algunas personas lograron encaramarse a los plataneros derribados para entorpecer los trabajos, mientras otros grupos intentaban derribar las vallas y protestaban airadamente. Hubo seis detenciones y muchas ramas de unos árboles ya muertos acabaron ante las puertas del Ayuntamiento de la ciudad, arrastradas por los opositores a un proyecto que consideran una operación especulativa que beneficiará fundamentalmente al automóvil y a los intereses hoteleros de la zona.
'Para peatonalizar la plaza y devolvérsela al ciudadano no hacía falta esta obra', indicaba Maribel, una de las jóvenes que asistía con impotencia al derribo de los árboles. Otros vecinos usaron expresiones aún más duras. 'Es un crimen', opinaba Venancio Martín, jubilado de 76 años que todas las mañanas leía el periódico en unos bancos ahora desaparecidos. 'En esta plaza tan preciosa nos hemos criado todos los vecinos del barrio. ¿Qué falta hacía destruírnosla?', sollozaba,
Algunos otorgaban al Ayuntamiento el beneficio de la duda. 'Hemos estado viendo las obras y nos han dicho que los 24 tejos de los parterres ajardinados se van a replantar en el nuevo diseño', puntualizó Unai Erdozain, 'y que se salvan los 28 plataneros que están más cerca de la Estafeta. Si es verdad, algo se ha salvado', añadió.
Aunque los vecinos no pudieron salvar los árboles, la presión popular y la opinión de los expertos histórico-artísticos de la institución Príncipe de Viana obligó al consistorio a modificar su proyecto inicial y a mantener en la futura plaza los mosaicos con cantos rodados extraídos del Ebro que han configurado las losas de su suelo durante el último medio siglo, además del quiosco central, parte del arbolado y otros elementos que han dado forma al contorno humano de la plaza.
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