Saldo positivo

La segunda jornada del Fémina Rock a su paso por Madrid arrojó un saldo francamente positivo en cuanto a propuestas musicales, y sobre todo en cuanto a nivel de participantes. Abrieron los madrileños Garaje Jack, joven formación local con un disco de debú a sus espaldas (Alma en celo) y raíces entroncadas en el rock sureño de los setenta y sus descendientes del presente: los nacionales M-Clan o los foráneos Black Crowes. Grupo de ejecución brillante, potentes en escena y con un repertorio lleno de fuego y pasión, Garaje Jack son una de las mejores bandas de rock español nacidas en los últimos diez años, contando además con la presencia vocal de Laura Rubio, una extraordinaria cantante con voz potente y llena de matices que sabe moverse sobre un escenario y defiende con gran naturalidad el difícil reto de cantar rock en castellano. Garaje Jack son un grupo con presente y futuro inminente de éxitos si consiguen camuflar un poco su componente revival.

De una voz maravillosa a otra, Lou Garx, veterana voz que ha cantado junto a Desperados, La Frontera, Abuelas Fumadoras o Manolo Tena, exhibió en el escenario maneras de campeona con su despegue en solitario a base de rock actual y ecléctico en el que están presentes el rap o el funk. Love mi chiquito, Boca loca u Ódiame hasta que me duela son las potentes canciones de su primer disco, que verá la luz en septiembre, y que Lou defendió valientemente y con personalidad propia. Se avista un futuro prometedor en su particular horizonte.

En tercer lugar, la tijuanera -¿o tijuanense?- Julieta Venegas, acompañada de una banda en la que tocaban casi la mitad de los legendarios Ronaldos más el multiinstrumentista Nacho Mastretta, pintó un cuadro de rock diferente. Con los colores de México y las tinturas de un art rock lleno de matices, Julieta Venegas hizo gala de un modo de cantar encantador, una capacidad expresiva de las que no dejan indiferente y unos temas en los que la reflexión íntima, el vaivén de los sentimientos y el contraste de lo agridulce son materia prima. Especialmente emocionante se hizo la interpretación de Me van a matar, tema con el que ha participado en la película mexicana Amores perros.

Finalizó el concierto un grupo de chicos, los catalanes Elefantes, que, por cierto, fueron capaces de arrastrar mayor cantidad de fans -y más ruidosos- hasta la sala. Azul, Se me escapa el tiempo, Piedad o Se me va fueron algunas de las piezas, interpretadas con glam, convicción y un dominio escénico apabullante. Estos Elefantes vuelan alto.