Fallece Juli Busquets, fundador de Unión Militar Democrática
El ex comandante y ex diputado socialista tenía 69 años
Juli Busquets, ex comandante y diputado socialista en el Congreso entre 1977 y 1993, falleció ayer en Barcelona a los 69 años víctima de un cáncer. Busquets fue una de las personas que más contribuyó a la inserción del Ejército en la democracia, primero como fundador de Unión Militar Democrática (UMD) -el grupo de oficiales que en 1974 se comprometió con la oposición antifranquista- y después como miembro destacado de la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados durante 14 años. En la UMD estuvo acompañado por un grupo de oficiales, entre los cuales se encontraban Luis Otero, Fernando Reinlein y José Martín Consuegra.
El político socialista, que era también catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, falleció en la madrugada de ayer en su domicilio de Barcelona acompañado de su esposa, sus tres hijos, familiares y amigos. El funeral se celebrará hoy a la una de la tarde en el Tanatorio de Les Corts, en Barcelona.
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, expresó su pesar por el fallecimiento y destacó la contribución del ex comandante a la lucha por la democracia 'en épocas difíciles'. 'Fue un ejemplo de demócrata y de hombre honesto', afirmó el presidente catalán, quien subrayó la 'gran calidad humana' de Busquets.
Los dirigentes del Partit dels Socialistes (PSC), formación que Busquets contribuyó a fundar en 1978 y de cuyo consejo nacional seguía formando parte, elogiaron su 'trayectoria democrática'. 'Fue un demócrata cuando era difícil serrlo, sobre todo en las Fuerzas Armadas', coincidieron en señalar el presidente y el primer secretario del PSC, Pasqual Maragall y José Montilla, respectivamente.
Busquets, nacido en Barcelona en 1932, publicó en 1968 su tesis doctoral, El militar de carrera en España, que estudiaba el Ejército español sin los corsés que imponía la dictadura, lo cual le ocasionó los primeros problemas con el régimen: la segunda edición del libro fue secuestrada y él fue procesado por injurias al Ejército, si bien el caso acabó sobreseído.
Su pertenencia a la UMD, sin embargo, sí le reportó arrestos -seis en total- e incluso la cárcel: estuvo confinado durante seis meses en la prisión de El Hacho, en Ceuta, en 1975. Un año antes había sido el principal impulsor de esa organización clandestina de oficiales que apostó por el cambio democrático en el seno de una de las instituciones más vinculadas al franquismo. En su último libro, Militares y demócratas (1999), abordó todo el proceso de constitución y desarrollo de la UMD, del que fue su primer secretario.
Ley de Amnistía
En 1977 se convirtió en el primer militar que decidió abandonar el Ejército para presentarse a las elecciones y obtuvo escaño por Barcelona en las listas socialistas. En el Congreso mantuvo su compromiso con la reforma del Ejército y su sometimiento al poder civil, que acabó acometiendo su correligionario Narcís Serra desde el Ministerio de Defensa, e insistió en la rehabilitación dentro de las Fuerzas Armadas de los ex miembros de la UMD. Ello le llevó a saltarse la disciplina de grupo y votar en contra de la Ley de Amnistía de 1977 porque excluía a los oficiales de la UMD.
En su militancia socialista fue un dirigente con voz propia e independencia de criterio. Fue un estrecho colaborador de Raimon Obiols, primer secretario del PSC entre 1983 y 1996, y comprometido con el ala izquierda de la formación, lo cual le llevó a implicarse a fondo en la candidatura de José Borrell. En 1995 lanzó la plataforma Fòrum Socialista, que presidía, para promover algunas reformas con el fin de aumentar la democracia interna que después el partido ha acabado asumiendo, como la incompatibilidad de cargos, las primarias y la limitación de mandatos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.