Cada hogar de la región sufrió en 2000 una media de hora y cuarto de apagones

Mediante una fórmula matemática que tiene en cuenta el número de interrupciones anuales, su duración, la potencia del corte y los centros de transformación de la zona afectada la conclusión es que cada cliente de las compañías eléctricas que operan en Madrid (Iberdrola e Unión Fenosa) sufrió el año pasado casi una hora y cuarto de cortes de luz. El director general de Industria, Carlos López Jimeno, afirmó ayer que estos datos son inferiores a la media nacional, que es de unas tres horas.

Pero no sufren los mismos cortes quienes viven en la ciudad y en el campo. Los primeros se quedaron a oscuras en 2000 durante 50 minutos. Para los residentes en zonas rurales, el apagón fue de cuatro horas de media anual.

López, en la rueda de prensa que ofreció ayer, achacó el mayor número de apagones en la sierra al aumento de la demanda de luz en verano. El más de un millón de madrileños que se desplaza en vacaciones a la sierra provoca una congestión de las líneas y subestaciones eléctricas con los cortes de fluido consiguientes. En las ciudades el consumo es más estable y los cortes resultan excepcionales. Para evitar que la falta de electricidad siga siendo una constante en algunas zonas (Sevilla la Nueva, Villalba o Torrelodones), las compañías suministradoras invertirán más de 50.000 millones de pesetas en construir nuevas subestaciones y ampliar la red.

El director general de Industria afirmó que la situación eléctrica de la región es 'buena' y que el suministro está asegurado, si bien recordó que el 97% de la electricidad que necesita Madrid se origina fuera de la región. Aproximadamente el 60% de las necesidades se cubren con energía de las presas del Duero y de las centrales térmicas del noroeste. Otro 30% procede de los saltos de agua y centrales nucleares de Extremadura, mientras que un 7% llega de las centrales térmicas del Levante. Las presas de San Juan y Picadas, en Madrid, sólo producen 56 megavatios (el 2% del consumo anual), frente a los más de 4.000 necesarios. El otro 1% tiene su origen en plantas de biogás, incineradoras, placas solares y pequeños saltos de agua. El 52% de la energía consumida proviene del sector del transporte, el 32% a los servicios y viviendas y el 15% a la industria. En 2004, con un crecimiento anual de la demanda del 5,5%, la región necesitará 5.037 megavatios.

En cuanto a los problemas de las infraestructuras eléctricas, López Jimeno señaló cuatro causas: saturación de líneas aéreas y subestaciones; complejidad para ampliar subestaciones antiguas; reforma y mantenimiento de cables subterráneos y largos períodos de tramitación de las obras. Para solucionarlos, la Comunidad ha creado el Plan Regional de Infraestructura Eléctrica (PRIE), que estará listo en 2002 y busca prever las necesidades regionales, racionalizar el uso de las redes y crear pasillos que reduzcan el impacto de las infraestructuras. Las redes deben atravesar zonas protegidas, por lo que los proyectos deben tener declaración de impacto ambiental.

La Federación Madrileña de Municipios (FMM) recomendó ayer a los ciudadanos que 'expresen sus quejas y reclamen las indemnizaciones oportunas' si se producen apagones reiterados.