La estrella y el secundario
El Lazio lleva en volandas a Mendieta mientras Kiko sufre para llegar a un acuerdo
Es la ley del fútbol y Kiko lo sabe, pero no dejó de ser ayer un día especialmente difícil para él a pesar de un supuesto final feliz. El Lazio presentó con gran boato a Mendieta, rodeado todo el día de representantes, abogados y periodistas, mientras que a Kiko se las hizo pasar canutas para llegar finalmente a un acuerdo.
El contraste fue palmario. Por un lado, el flamante fichaje de Mendieta, el más caro de la historia del Lazio -que pagará 8.000 millones de pesetas al Valen-cia-; el centrocampista que viene a sustituir nada menos que a Nedved y a Veron; el futbolista español con más prestigio internacional junto al madridista Raúl... A todo esto estuvo atento el Lazio, que presentó a su nuevo jugador con ostentación en su ciudad deportiva de Formello, una fortaleza plagada de policías y guardaespaldas que impiden la entrada a los tifosi, y vigilan que nadie se acerque a la familia Cragnotti, la dueña del club. Los cerca de doscientos tifosi reunidos para ver a Mendieta -'Vamos Gaiz-ka', rezaba una pancarta- no pudieron acercarse al futbolista vasco.
'Salir de España es el reto más grande que podía asumir', dijo Mendieta, que cobrará unos 700 millones netos por cada una de las próximas cinco temporadas. Vestido con un traje gris marengo, Mendieta, de 27 años, aseguró haber cerrado una etapa en el Valencia, donde jugó los últimos nueve años.
Ahora, en el Lazio, Mendieta se reencuentra con su amigo y ex valencianista Piojo López, y es probable que también con el Kily González, a quien el Valencia trataba ayer de traspasar al club romano a cambio de Marcelo Salas. De llevarse a cabo esta operación, el Valencia habría vendido todo su centro del campo titular de hace dos cursos: Gerard (al Barça por 3.600 millones), Farinós (al Inter por 3.000 millones), Mendieta y Kily.
El futbolista vasco, por cierto, vivirá en una lujosa mansión cerca de Formello, propiedad de la familia Cragnotti. Kiko, en cambio, todavía no sabía ayer donde residirá en la capital romana. Bastante tuvo con llegar a un acuerdo. El ex delantero del Atlético de Madrid, que llega con la carta de libertad al Lazio, soportó una revisión médica de más de seis horas. Sus castigados tobillos, operados anteriormente, superaron una exhaustiva exploración. Acompañado tan sólo por su padre, que hizo las veces de representante, y con apenas atención por parte de la prensa italiana, Kiko Narváez aceptó con deportividad su papel secundario. A sus 29 años, lejos queda ya su medalla de oro olímpica en Barcelona 92 y el doblete que conquistó con el Atlético. Ahora se da con un canto en los dientes con la oferta del Lazio y aguanta lo que le echen. El club romano, por ejemplo, lo mantuvo desinformado durante gran parte de la jornada, se negó a presentarlo junto a Mendieta, e incluso amenazó con echarse atrás en el último momento: el presidente lazial, Sergio Cragnotti, dijo en la presentación de Mendieta que todavía se estaba pensando si fichaba o no a Kiko. Poco después, sin embargo, Kiko aseguró que sería presentado el martes.
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