Eslóganes y pobreza
(...) Debería provocar una alarma general el que los líderes políticos reunidos en Génova empiecen a adoptar las tácticas de los manifestantes, utilizando artificiosos eslóganes en lugar de argumentos lógicos que traten de la ayuda a los países más pobres del mundo.
Bush (...) ha sugerido que la Asociación Internacional de Desarrollo (...) debería conceder más ayudas y menos préstamos. (...) Debería considerar que prestar tiene más ventajas que donar fondos. Con una obligación de devolución, los países tienden a emplear los préstamos prudentemente, (...) y, además, éstos les ayudan a adquirir experiencia en el uso de créditos. (...) Pero no se confundan. Las ayudas siempre jugarán un papel fundamental en la ayuda al desarrollo, especialmente tras conflictos bélicos o desastres naturales. (...)
Si Bush quisiera realmente comprometerse con el incremento de ayudas a los países más pobres, no debería tener que mirar más allá de su propio presupuesto. Estados Unidos dedica a ayudas tan sólo el 0,1% de la renta nacional, pero Bush no formaliza ningún compromiso adicional en este sentido. (...)
Hay que destacar dos hechos indiscutibles: en primer lugar, que la ayuda internacional es costosa, (...) y en segundo lugar, que el Banco Mundial no es una agencia de ayuda. Los líderes del mundo industrializado deberían ayudarle a realizar préstamos a los países más pobres y proporcionar disciplinas adecuadas a sus deudores.
Londres, 19 de julio