El 'núcleo duro' de Iberia recibe con alivio la marcha de Ferreras de la SEPI

El enfrentamiento de los principales accionistas de Iberia con Pedro Ferreras llegó a un punto de no retorno cuando éste se negó a aceptar los resultados de un arbitraje que dilucidara si tenían derecho a recuperar 82.000 millones de pesetas por la diferencia del precio que pagaron y el que se valoró para salir a Bolsa. El último capítulo del enfrentamiento fueron las declaraciones que Ferreras hizo ayer en el diario Abc en las que acusa al núcleo duro de Iberia de actuar de "mala fe" y de "casi cargarse" la salida a Bolsa de la compañía. También les recrimina por buscar una compensación "para salvar la cara ante sus consejos" por la depreciación que tenían en esta inversión. Dice, además, que no participaron en los actos de presentación de la compañía ante los mercados. Ferreras añade que ha ocultado esta información porque "decir 'aquí hay alguien que es un sinvergüenza' habría sido muy fácil".

Esas declaraciones provocaron que ayer este núcleo de accionistas se planteara contestar a las acusaciones con un escrito conjunto. Aunque no hubo consenso, el malestar quedó patente. Los principales accionistas de Iberia han paralizado la posibilidad de recurrir ante los tribunales de justicia la negativa de Ferreras de devolverles los 82.000 millones hasta la llegada del nuevo presidente de la SEPI, que confían en que sea "dialogante".

El ministro portavoz, Pío Cabanillas, se refirió en Palencia a la dimisión de Ferreras, a quien colocó Josep Piqué en la SEPI para privatizar las empresas públicas en 1996, y negó cualquier vinculación de esta dimisión con presiones del núcleo duro. Cristóbal Montoro, del que depende la SEPI, anunció que la sucesión de Ferreras se hará "con calma y sosiego" y precisó que antes se resolverán "los asuntos pendientes". Queda, sobre todo, el ajuste de RTVE y se da por hecho que Ferreras no lo culminará. El ministro de Economía, Rodrigo Rato, dijo que hay que "agradecer la gestión magnífica que ha desarrollado". El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, acusó a Ferreras de haber hecho "un enorme daño a los intereses del país". El secretario socialista de Política Económica, Jordi Sevilla, tachó su gestión de "oscurantista". El secretario general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, vinculó la dimisión con los conflictos judiciales de Piqué y aseguró que Ferreras "no servirá como cabeza de turco" para el ministro.

El árbitro designado por el Gobierno para resolver el conflicto entre Iberia y el SEPLA, Federico Durán, dará a conocer hoy el laudo vinculante que pondrá fin a los problemas entre empresa y pilotos.