La Cabilia pide ayuda a Zidane
El futbolista procede de una mísera región de Argelia sublevada contra el poder
Zinédine Zidane, el jugador más caro del planeta, tendrá sus seguidores más fieles no sólo en el Bernabéu. El campeón del mundo y de Europa cuenta con sus fans más devotos en un pueblo de la Cabilia argelina, de donde procede su familia. Una región desesperada, de pobreza extrema, donde el intento de seguir por televisión al ídolo alterna con la revuelta que desde hace tres meses enfrenta a la región con el poder de Argel.
La familia de Zidane es originaria de Tagmount, donde aún se conserva la vieja casa de tierra cocida y cubierta de tejas rojas, construida en los años cuarenta, donde nació el padre del jugador. Los niños que dan patadas al balón delante de la casa familiar están muy lejos de la ficha firmada por el nuevo número 5 del Real Madrid, pero todos se sienten absolutamente orgullosos de él. Antes seguían los partidos del Juventus, y ahora buscarán en las cadenas de televisión extranjeras para encontrar aquella que les traiga de nuevo a Zidane. El pueblo tiene en paro prácticamente a todos sus jóvenes, que apenas pueden soñar con otra cosa que esperar el comienzo de las competiciones deportivas para buscar a su ídolo en el televisor.
Se espera que Zizou financie este año las obras para rehacer las conducciones de agua potable
El traspaso del jugador al Real Madrid ha sido el gran acontecimiento de los últimos días. '¿Quinientos millones de francos [casi 13.000 millones de pesetas]?'. 'Con eso se podría comprar toda Cabilia e incluso les devolverían dinero', comenta Hakim, un parado de 22 años, al diario francés Journal de Dimanche. Naturalmente, no hay televisores ni parabólicas en todas las casas. La costumbre popular es reunirse en L'Union, el café más grande de la localidad, para seguir los partidos de su ídolo. Las fotos del jugador se mezclan con las de Hocine Aït Ahmed, líder histórico y jefe del Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), el principal partido de la oposición argelina.
Cuando Zidane juega, es muy difícil encontrar un sitio para sentarse, según explica el dueño del café, que atestigua la gran emoción de todos. Mientras esperan la reaparición de Zidane con sus nuevos colores deportivos, el pueblo de la familia de Zidane espera un gesto de su primo. Se espera que el padre del jugador financie este año las obras para rehacer las conducciones de agua potable, un proyecto de 50.000 francos [alrededor de 1.250.000 pesetas], una verdadera fortuna en Argelia. Zidane también ha enviado al pueblo de su familia un cargamento de ropa destinado a los muchachos en edad escolar del pueblo. Pero Tagmount aguarda algo más. 'Zizou debe ayudar a su pueblo, tiene que hacer algo por los jóvenes de su región. Se lo debe, porque verdaderamente le quieren mucho', comenta su primo Brahim, director de una escuela local.
Los más de mil millones de pesetas netos que va a ganar Zidane por temporada en el Real Madrid durante los próximos cuatro años atestiguan la diferencia con los jóvenes de su tierra que pelean contra el régimen militar que sostiene al presidente Buteflika. Su batalla por la existencia es mucho más dura que la que se libra en los campos de fútbol. Luchan porque tienen poco que perder. Unos 7.000 delegados cabileños marcharon sobre Argel el 5 de julio, aniversario de la independencia de Argelia, pero las fuerzas del orden bloquearon los accesos a la capital. Se cuentan ya 55 muertos y son centenares los heridos desde que comenzaron las manifestaciones, en el pasado mes de abril.
Los jóvenes de Tagmount, el pueblo de la familia de Zidane, también han participado en las grandes marchas pacíficas contra el poder militar de Argel que sostiene al presidente Buteflika, y se declaran dispuestos a continuar el combate.
La trayectoria personal del jugador no puede ser más distinta. La estrella del fútbol y campeón del mundo participó el viernes pasado en la delegación francesa que intentó convencer al Comité Olímpico Internacional de que París era la mejor opción para los Juegos de 2008, y no lo consiguió. Tampoco puede arreglar por sí mismo el terrible conflicto que desgarra al país del que procede su familia. Pero no hay duda de que en la Cabilia se le espera.
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