Playa Vallecas, con permiso

El viejo e imposible sueño de un puerto de mar para Vallecas pareció ayer más real que nunca con la celebración, un año más, de la tradicional Batalla Naval, que en esta ocasión contó por primera vez en un lustro con la autorización de la Junta Municipal del Distrito. El festejo discurrió bajo el lema Mójate por Sintel.

Decía ayer Araceli, una vecina del barrio de 70 años que lleva toda su vida en la zona, que no recuerda exactamente cuándo comenzó la Batalla Naval. Se acuerda, eso sí, de que cuando llegaban las fiestas en honor a la virgen del Carmen su padre la llevaba al bulevar a comer 'una tortilla de patata, porque no había más'. Dos amigas suyas, Concepción, de 77 años, y María del Carmen, de 50, que también llevan toda su vida residiendo en el barrio, tampoco se acuerdan de la fecha en que comenzó el jolgorio estival con el agua como elemento fundamental. Pero lo cierto es que las tres asistieron encantadas ayer a esta nueva celebración, que no sólo contó con otro escenario -una zona acotada de la calle del Payaso Fofó-, sino que también transcurrió sin incidentes. 'Antes pasabas por el bulevar de Peña Gorbea y te mojaban aunque no quisieras. Ahora, si no quieres entrar a esa zona, pues no te mojan y no pasa nada', comentó María del Carmen.

Los que más parecieron disfrutar fueron los chavales, que, en la mayoría de los casos, se fueron a la fiesta con bañadores, baldes, pistolas de agua y hasta con gafas de buceo. Cientos de personas disfrutaron hasta bien entrada la tarde de esta singular celebración. Muchos se quejaron, eso sí, de que no todas las bocas de riego de la calle estaban operativas, así que no había suficiente agua. Aunque eso no importó. Porque nadie se salvó del inevitable remojón.