Carga policial en Fuerteventura por el cambio de nombre de una calle

Unos 40 vecinos de La Oliva, en Fuerteventura, tuvieron que ser atendidos por la Cruz Roja el pasado sábado de diversas contusiones e irritaciones respiratorias y oculares como consecuencia de una carga policial ordenada por el alcalde de la localidad, Domingo González Arroyo. La policía municipal, apoyada por algunos guardias civiles, utilizó indiscriminadamente sprays paralizantes e irritantes contra jóvenes, mujeres y niños.

Los incidentes ocurrieron en la villa turística de Corralejo, situada en la costa norte del municipio, cuando el alcalde se disponía a descubrir una placa en la calle principal, que hasta el sábado llevaba el nombre de Avenida del Generalísimo y que desde ahora recibirá el de Avenida de Galicia. Unos 200 vecinos increparon al alcalde y cortaron el tráfico en protesta por dedicar la calle a Galicia en lugar de darle un nombre local. Para los vecinos, 'esto es la gota que colma el vaso' de una situación que se hace cada día más alarmante para mantener su 'identidad' en su propio pueblo, donde 'desde hace cuatro años oleadas de gallegos llegan a la isla atraídos por el boom de la construcción'.

Los vecinos achacan al alcalde que 'dedicarle el nombre de la avenida principal a Galicia no es sólo una provocación, sino una maniobra para hacerse con los votos de los gallegos, mientras que a los habitantes locales los tiene sumidos en el abandono más absoluto y sometidos a una presión turística insoportable que está obligando a muchos de ellos a emigrar del pueblo'. 'No tenemos nada contra los gallegos, sólo defendemos nuestra identidad', y 'sí a la justicia, no a la dictadura', fueron algunos de los gritos que profirieron los manifestantes.