Sobre la unidad de las izquierdas
Una de las cosas que siempre se han criticado y contra la que más andanadas se han lanzado ha sido la mítica dispersión y desunión de las izquierdas políticas. Yo, sinceramente, no lo veo como hándicap alguno; es más, lo veo como algo positivo y vivificador. Si nos atenemos a las experiencias prácticas, veremos que ahí donde ha habido un partido único de izquierdas (por llamarlo de alguna manera) la cosa no ha sido sino un fracaso notable; lo tenemos en el antiguo bloque soviético o en el PRI mexicano.
Y es que la unidad a ultranza sólo funciona en los partidos de derecha, en los conservadores, que desean tener la situación lo más inamovible posible y, si se tercia, incluso retroceder en ciertos aspectos, como los de protección social y libertades públicas. En los partidos políticos de izquierda la unidad viene a significar inmovilismo y todo lo contrario de lo que las izquierdas deben representar (debate ideológico, discusión de alternativas, puesta en cuestión del statu quo, etcétera).
Incluso en los regímenes democráticos no considero positiva la unidad total; cierto es que se han de articular todas las posiciones comunes para llevarlas hacia adelante, pero ¡pobre del país que sólo cuente con un partido de izquierdas! En el Estado español nos encontramos con el PSOE, que tiene el grave problema de considerarse no una parte de las izquierdas, sino creerse la izquierda (en el partido comunista viene a pasar lo mismo, con la salvedad de su escasa importancia), sin darse cuenta de la riqueza que supone que haya más partidos que, aunque pequeños, sirven para que un partido tan mastodóntico no se fosilice (graves signos de ello se observan en Extremadura, Andalucía o Castilla- La Mancha).
Así que para mí la cosa está clara: coordinación y colaboración siempre que ésta se pueda dar, unidad a ultranza sólo para aquel con mentalidad estalinista o con ganas de apoltronarse y apesebrarse considerándose la izquierda, regodeándose en su propia mentalidad conservadora de izquierdas.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.