'Me va el cante serio y no las mamarrachadas'
Marina Heredia saborea el éxito de su primer disco y se está haciendo un hueco entre los artistas flamencos más serios, como ya lo ha hecho su mejor amiga, Estrella Morente
Mágica y felina, Marina Heredia se desenvuelve por los sitios con la misma soltura con que se mueve por los escenarios: juvenil e inquieta, pero cabal. Como su íntima amiga Estrella Morente, con quien compartió infancia y adolescencia, escapadas nocturnas, cantes a dúo y secretos, Marina, hija de un cantaor de gran sabiduría, Jaime el Parrón, está arrasando en el mundo del flamenco con su primer disco, Me duele, me duele, un trabajo que se ha colado por las emisoras de radio y la ha puesto en la vorágine de las giras y los conciertos. Sin embargo, el éxito que a cualquier chica de 20 años se le habría subido a la cabeza, a Marina Heredia la ha llenado de responsabilidad. 'A mí me gusta el cante serio', dice. 'Prefiero quedarme en mi casa a vender un disco con mamarrachadas'.
El siglo XXI va a ser el siglo de la mujer, y en eso el flamenco no va a ser menos
Pregunta. Sale su disco, y tiene un enorme éxito. ¿Se lo esperaba?
Respuesta. Para mi gusto el disco va genial, mucho mejor de lo que esperaba. Se vende poco a poco, pero sin parar. Ha tenido una acogida que yo no creía.
P. La pregunta obvia. El disco ha salido casi a la par que el de Estrella Morente. ¿Ha sido casualidad?
R. Bueno, las dos acabábamos de fichar cada una con una gran casa de discos, ya habíamos cantado mucho. Un día las dos nos dijimos que había que dejarse ya de tonterías y ponernos a trabajar. Y eso hicimos.
P. ¿Por qué el flamenco empieza a tener ahora tanto empuje entre la gente joven?
R. Porque empieza a ser reconocido mundialmente, como debería haber sido reconocido muchísimo tiempo antes. La verdad es que ahora tiene tanto empuje gracias a un puñado de grandes artistas que ha habido, como Camarón, como Enrique Morente, como Paco de Lucía. Eso ha hecho que mucha gente se animara con el flamenco. Ahora lo que hay que hacer es mantener a esa gente animada.
P. ¿Y esa irrupción de las mujeres, de cantaoras muy jóvenes y muy buenas?
R. Porque el siglo XXI va a ser el siglo de la mujer, y en eso, el flamenco no va a ser menos. No es que hasta ahora no haya habido mujeres en el flamenco, porque las ha habido y muy buenas, pero la mayoría tenían que estar encerradas en su casa, cantando en su casa. Ahora, como no nos dejen salir a nosotros, nos ponemos rebeldes...
P. ¿Qué le atrae más, ser una estrella del flamenco o una cantaora fina?
R. Yo quiero ser una cantaora que siga cantando siempre, no que cante un verano y se acabó. Y para eso hay que ser una cantaora seria.
P. Con el flamenco se ha colado mucho de fusión. ¿Le interesa?
R. A mí lo que me va es el flamenco flamenco. Yo opino como Camarón: o se hace flamenco, o lo que se hace es otra cosa. Siempre he pensado que para hacer una casa, hay que empezar por los cimientos, y ponerlos bien. Una casa no se hace por el tejado. Antes de meterse en una fusión hay que tener una base de flamenco muy sólida. A partir de ahí, ya puedes hacer lo que quieras, pero los cimientos lo primero.
P. Sin embargo, parece que la fusión tiene más éxito...
R. Yo soy partidaria de que, si estás haciendo una soleá y la fusión te la acompaña, pues está muy bien. Si está bien acompañada, una soleá no tiene por qué ser sólo con guitarra. Lo malo de algunas fusiones es cuando se meten dentro de la soleá y te la invaden, y lo que tú tienes que decir entonces es que eso no es así, que eso no es un carnaval. A mí me va el cante serio. Yo prefiero quedarme en mi casa a vender un disco con mamarrachadas.
P. ¿Tiene interés por componer, por escribir sus propios temas?
R. Yo tengo letras escritas, montones. Pero prefiero no arriesgarme todavía. Aún me da un poco de vergüenza enseñarlas.
P. ¿Por qué el título de Me duele, me duele para su disco?
R. Porque hay muchas cosas que me duelen del mundo. Lo elegí por eso. Me duelen, por ejemplo, el hambre y la insolidaridad, oír por televisión que se han gastado 13.000 millones de pesetas en un futbolista y ver cómo hay niños muriéndose de hambre. Cuando oigo cosas de ésas, me dan ganas de meterle fuego a medio país.
P. ¿Cómo definiría musicalmente su disco?
R. Es muy completo, tiene de todo, tarantas, alegrías, tangos... te hace reír, te hace llorar... creo que es muy bueno.
P. Estrella Morente y usted han sido íntimas amigas toda la vida. ¿Cómo es la relación ahora? ¿Qué se han dicho de sus discos?
R. La relación es la misma de siempre. Cuando salió su disco, me llamó y me dijo: 'Oye, qué te parece'. Yo le contesté: 'Muy bien', y ella preguntó: 'Pero, ese muy bien, ¿cómo es?', y yo le dije: 'Es un muy bien, muy bien, muy bien'. Del mío todavía no hemos hablado, pero ya se lo sabe entero. Enrique Morente le dijo a mi padre el otro día: 'Nos están barriendo las niñatas'.
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