Cortés dimite como presidente del Valencia

Pedro Cortés cedió ayer a las presiones de Francisco Roig, máximo accionista del Valencia, y dimitió como presidente del club. La decisión del hasta ayer máximo mandatario del Valencia cogió de sorpresa al resto de directivos, pues Cortés afirmó el pasado 19 de junio que continuaba al frente del club 'con más fuerza que nunca'. Pero Cortés, de 53 años, ha cedido al acoso de Roig, que el martes por la noche le remitió una carta requiriéndole información sobre algunos aspectos de la gestión del actual consejo de administración: detalles del nuevo contrato de patrocinio con la empresa Metrored; relación de los trabajadores de SEUR (empresa de mensajería de Cortés) empleados actualmente en el Valencia; dinero que costaron los fichajes de Deschamps, Diego Alonso y Zahovic, y cuánto cobran; ingresos del consejero delegado del club, Manuel Llorente.

Además, según fuentes próximas al presidente del Valencia, éste temía la marcha de Gaizka Mendieta, 'patrimonio del club', según Cortés, quien se reunió el martes en Madrid con Florentino Pérez, presidente de la entidad madridista, para tratar un posible traspaso del futbolista vasco, cuya cláusula de rescisión es de 10.000 millones de pesetas. 'Mendieta no se vende aunque sea lo último que haga como presidente del Valencia', afirmó hace unos días Cortés, que adujo ayer razones personales y familiares para dimitir.

Jaime Ortí, hasta ahora vicepresidente y portavoz del consejo de administración, asume provisionalente la presidencia hasta que la directiva se reúna el próximo lunes. Ortí cuenta con el apoyo de los hermanos Roig , quienes con sus acciones ejercen el poder en la sombra.

Fuentes próximas a Cortés afirman que el ya ex presidente del Valencia ha sido incapaz de manejar el club tras el varapalo que supuso perder el pasado mayo la final de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich, la segunda consecutiva que disputaba el equipo valencianista. El final de un ciclo (la marcha de Cúper, el posible traspaso de Mendieta...) ha acabado engullendo a Cortés, también acechado por Francisco Roig, quien está ansioso por recuperar el poder y la cuota de popularidad que perdió cuando le cedió la presidencia el 2 de diciembre de 1997. Entonces, Roig dimitió ante la presión de la afición valencianista, que harta de la crispación provocada por el ex presidente exigió la marcha de éste.

Infiltrados

La convulsa etapa de Roig al frente del Valencia ha contrastado con el sosiego que aportó Cortés, un hombre más comedido y dialogante que su antecesor. Cortés, sin embargo, nunca ha estado totalmente cómodo. Roig infiltró en el consejo de administración a dos directivos afines, Marcelo Safont y Bienvenido Asensi, para controlar la gestión de la directiva valencianista. Éstos poco pudieron hacer ante el excelente rendimiento deportivo del equipo, que desde que Cortés asumió la presidencia ha ganado una Copa del Rey (1999), una Supercopa (1999) y ha disputado sin éxito dos finales de la Liga de Campeones: en 2000 ante el Madrid y el pasado mes de mayo frente al Bayern.