Semana 'horribilis' para Mas y Pujol
¿A qué ministro se le ocurre decir que le sobra dinero como para subvencionar escuelas a las que envían los retoños las élites económicas del país cuando su Gobierno lleva años implorando una mejor financiación? A Artur Mas, el delfín de Jordi Pujol, conseller en cap del Gobierno catalán, se le ocurrió el martes.
La oposición se lanzó ayer a la yugular de Mas, aprovechando la flagrante metedura de pata. En particular, el portavoz socialista, Joaquim Nadal. Los socialistas andaban buscando la ocasión para vengar a su líder, Pasqual Maragall, de los traspiés que ha sufrido en el Parlament. 'Los resbalones sucesivos de Mas esta última semana', dijo Nadal, 'le han convertido ya en un verdadero artista del patinaje'.
No faltan razones para calificar de semana horribilis la que están viviendo CiU y el Gobierno de Jordi Pujol. La empezó Mas insultando a Maragall de 'hacer el mono'. Lo que, claro está, le obligó luego a rectificar. 'Eso era en plan desenfadado', se excusó. Pero después continuó el propio Pujol acusando a sus socios de Unió de propiciar la derrota electoral de CiU al resistirse a convertirla en una única fuerza política.
Eso fue sólo el aperitivo. La semana continuó con la publicación de que los conciertos económicos a siete escuelas de élite fueron concedidos en contra del informe de la inspección de Enseñanza. Y Mas justificó esa medida con el argumento de que había 'dinero disponible'. Es decir, sobrante. Eso sucedió, para colmo, el mismo día en que se conocía que el Gobierno de Aznar no está dispuesto a aumentar sustancialmente la financiación de la Generalitat.
Con este telón de fondo, Alberto Fernández Díaz, presidente del PP de Cataluña, el responsable de garantizar la estabilidad del Gobierno de Pujol en el Parlament, exigió la dimisión del consejero de Industria, Antoni Subirà, 'cuando se lleve a cabo esa reestructuración' del Gobierno catalán que lleva meses fraguando. Pujol ha podido resistir los embates de la oposición contra los consejeros de Trabajo, Lluís Franco; de Enseñanza, Carme-Laura Gil; de Medio Ambiente, Felip Puig, y contra el propio Subirá, gracias al apoyo del PP. Pero si incluso Alberto Fernández pide ya la cabeza de Subirà, ¿cómo defenderle?
La guinda llegó ayer. Pujol reconoció en Catalunya Ràdio que uno de sus dos grandes objetivos políticos para esta legislatura, la profundización en el autogobierno, no será posible debido a que sus socios del PP no atienden a sus razones. El otro gran objetivo era la mejora de la financiación, esa que, según Mas, tiene dinero 'disponible' para escuelas de élite.
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