Se acabó el dinero

El conseller en cap, Artur Mas, justificaba el pasado martes las subvenciones entregadas por el Gobierno de CiU a colegios de élite con el argumento de que se hizo porque 'había dinero disponible'. Un día después, las arcas del Departamento de Enseñanza parecen haberse vaciado súbitamente. Con fecha 10 de julio, la Generalitat denegó conciertos educativos a 22 centros que los habían solicitado alegando falta de dinero. El documento al que ha tenido acceso este periódico indica: 'Causa de la denegación: no existe suficiente consignación presupuestaria para hacer frente a los gastos ocasionados por la concertación de las unidades solicitadas'.

Enseñanza sólo ha concedido un concierto a un centro de educación especial de Sant Joan Despi, pero se los ha denegado a colegios que, como el Pérez Iborra, de Barcelona, ya tienen tres unidades concertadas y pedían una más, o al Ribas, de Rubí, que tiene subvencionadas cuatro unidades de primaria y también pedía una más. Con el argumento de que sobraba dinero, Más defendió el martes los conciertos otorgados -y consiguientemente renovados para el próximo curso- a siete centros que cobran mensualidades de hasta 100.000 pesetas, que han sido objeto de un recurso admitido a trámite por el Tribunal Superior y que se llevan anualmente casi 1.000 millones del presupuesto de Enseñanza.

El director general de Centros Docentes de la Generalitat, Emili Pons, ha convocado para mañana, como es legalmente preceptivo, a la Comisión Consultiva de los Conciertos Educativos, un organismo cuyo dictamen no es vinculante formado por los agentes sociales -sindicatos y patronal- que no se reúne desde hace tres años, los mismos que sirvieron para concertar a estos centros de élite, aunque Enseñanza intentó ocultarlo por la vía de negarles la subvención para luego concedérsela a través de un recurso.