Italia desplegará misiles tierra-aire en Génova durante la cumbre del G-8
Defensa admite que la medida es 'excesiva'
Génova, sede de la próxima cumbre del G-8 (los siete países más industrializados del mundo, más Rusia), podría convertirse en objetivo del terrorismo internacional. Eso al menos teme el Gobierno italiano de centro-derecha, que, llevado por el pánico a perder el control de la situación, ha decidido instalar una batería de misiles tierra-aire Spada, como los empleados en la guerra de Kosovo, para proteger el aeropuerto de la ciudad, el Cristoforo Colombo.
El ministro de Defensa, Antonio Martino, un hombre conocido por su sintonía con la Casa Blanca, reconoció ayer que la precaución puede parecer excesiva. 'La idea de que llegue un avión con armas capaces de amenazar la seguridad de Génova y que pueda ser abatido con misiles parece bastante remota', admitió Martino en una entrevista con la emisora Radio Radicale. 'Pero los misiles', subrayó, 'han sido idea de los organizadores de la cumbre', es decir, del anterior Gobierno de El Olivo.
Lo cierto es que la psicosis de incidentes en vísperas del G-8 está causando estragos en la capital de Liguria. El lunes, los artificieros de la policía hicieron estallar un maletín en el que alguien había dejado olvidado un teléfono móvil, y un coche abandonado en la céntrica plaza Corvetto tuvo igual fin. La agencia italiana de noticias, Ansa, recibió también una extraña amenaza telefónica. Una voz masculina que dijo hablar en nombre de unas desconocidas 'Brigadas Rojas Europeas' anunció atentados contra el Ministerio de Justicia y contra personal internacional e italiano. Según el anónimo comunicante, el último día del G-8 será una jornada de 'lucha total'. Poco importa que la policía no haya concedido al portavoz brigadista la menor credibilidad; la amenaza de disturbios está en el aire.
Los principales grupos de manifestantes se están organizando ya para llegar a Génova en vísperas del gran encuentro. La mayoría de las organizaciones antiglobalización italianas llegarán en trenes especiales. Según el diario La Repubblica, la red Rage, de Roma, que agrupa a unas 50 asociaciones radicales, ha solicitado cinco trenes especiales para transportar unas 5.000 personas a la ciudad costera. No menos de 17.000 miembros de la policía se encargarán de la seguridad en la capital de Liguria, que vive los días previos a la cumbre con una mezcla de aprensión y ansiedad.
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