Francia saca a concurso la obra para conectar con el AVE por Cataluña
París propone un nuevo túnel ferroviario bajo el Pirineo aragonés
Ninguna de estas infraestructuras son para mañana. La licitación de las obras para construir un tramo de alta velocidad de 45 kilómetros (incluye un túnel de ocho), que unirá Figueres con Perpiñán, supone, ante todo, un gesto que confirma la voluntad de los dos países para conectar sus respectivas redes con ancho de vía internacional. Antes de 2005 será imposible que un viajero pueda subirse a un AVE en Madrid o Barcelona y llegar en el tren hasta París o Bruselas: España tiene que terminar antes la línea Madrid-Barcelona y conectar la capital catalana con Figueres; y Francia, que ya dispone de una línea en servicio entre París, Aviñón, Nîmes y Marsella, ha de enlazar esta última con Perpiñán.
Con esta licitación comienza a ejecutarse el acuerdo que España y Francia firmaron hace seis años para construir ese tramo. Las empresas interesadas tienen de plazo hasta el 1 de octubre para presentar sus candidaturas.
Si la conexión de la línea del AVE con la del TGV es importante para el tráfico de pasajeros y de mercancía ligera, Francia ha puesto sobre la mesa otro proyecto aún más colosal, destinado al tráfico de mercancía pesada. Se trata de traspasar los Pirineos centrales con un nuevo túnel ferroviario, del que ya tiene noticia el ministro español de Fomento, Francisco Álvarez Cascos -más partidario de mejorar un enlace por carretera por Navarra-. Su homólogo francés, Jean-Claude Gayssot, se cuidó ayer de precisar, en vísperas de un seminario gubernamental hispano-francés que comenzará mañana en Toulouse, que Francia prefiere el enlace ferroviario y que 'sus modalidades de realización deberán ser examinadas en el cuadro de un acuerdo binacional'.
Con ese túnel, cuyo coste se evalúa en torno a 800.000 millones de pesetas, los contenedores de mercancías serían embarcados en plataformas ferroviarias para pasar los Pirineos, sin que se descarte prolongar la línea de ancho internacional hasta Zaragoza. Transportar mercancía por ferrocarril es una solución 'ecológica', muy defendida también por las regiones francesas y las autonomías españolas que forman la llamada Comunidad de trabajo de los Pirineos. El presidente de ésta, Marcelino Iglesias, presidente de Aragón, acudió a París la semana pasada para discutir de esa obra con Gayssot.
15.000 camiones transitan actualmente entre Francia y España, con un tráfico que se concentra en los dos extremos de la cadena montañosa -País Vasco y Cataluña-, y los estudios encargados por los defensores del proyecto apuntan a que los 15.000 camiones actuales se convertirán en 30.000 dentro de 20 años. El estrangulamiento del tráfico entre la Península y el resto de Europa es el argumento principal de los defensores del túnel en los Pirineos centrales.
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