Un liderazgo con sabor a despedida

Juan Fernández se extasiaba al volante de su Fiat Marea. Circulaba despacito, a 20 por hora, en la zona de salida. No miraba al frente, por el parabrisas. En el asiento del copiloto, un periódico. L'Équipe del día. En su portada, a ocho columnas, amarillo dorado y azul añil, bicicleta y casco a juego, la lengua, demasiado grande para caberle en la boca, asomando entre los dientes a lo Mo Greene, tomando una curva del prólogo, Christophe Moreau. '¡Qué foto!', repetía el director vitoriano. Estaba en una nube. Disfrutaba del primer maillot jaune de su vida.

Fernández, que debutó detrás de un volante en 1992, ha conseguido con Moreau, el último superviviente del traumático Festina de 1998, lo que no consiguió con el gran Mapei de Olano y Rominger, equipo con el que ganó tres Vueltas y un Giro: el liderato, aun fugaz, del Tour. La mayor recompensa para un francés. Y el Festina ha conseguido bajo la dirección del vitoriano aquello que tanto buscó y nunca consiguió con el superequipo liderado por Virenque y dirigido por Bruno Roussel. Puede ser, aparte de un símbolo de los nuevos tiempos (el equipo que nada consiguió, aparte de las montañas de Virenque, con dopaje organizado, alcanza su objetivo en los tiempos de limpieza), un magnífico regalo de despedida para el equipo, fundado en 1989 con el nombre de Lotus y la dirección del veterano Miguel Moreno y que corre actualmente con licencia francesa después de haber sido español, medio holandés y andorrano sucesivamente.

'Yo no sé nada del futuro', dice Juan Fernández, quien reconoce que aún no ha recibido carta blanca de la empresa para renovar o fichar corredores para las próximas temporadas. 'Ni Moreau ni Casero están renovados, pero algunos jóvenes sí que tienen contrato para más años. La empresa será la que decida'.

'La empresa se lo está pensando. Estamos revisando y replanteándonos las cosas', dice una fuente autorizada de la compañía relojera afincada en Barcelona. 'Y, en efecto, la continuidad del equipo no está asegurada para 2002. La decisión la tomaremos cuanto antes, idealmente para julio o agosto, para poder renovar o fichar antes de que el mercado se ponga imposible en caso de que continuemos'. También deberán tener tiempo los auxiliares y técnicos del equipo para buscar trabajo en caso de cese de negocio.

Dos líneas de pensamiento parecen debatirse en el seno de los especialistas en marketing de la compañía, que, además del equipo, es patrocinador del propio Tour y de la Unión Ciclista Internacional. 'El ciclismo nos encanta, eso de entrada', afirma la misma fuente. 'Pero, por otra parte, estamos ya muy implantados en los mercados en los que el ciclismo es un deporte importante. Si queremos penetrar en otras zonas quizás debamos cambiar de estrategia y utilizar la publicidad directa, en lugar del patrocinio'.