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Columna
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Un eslogan

La sorpresa no siempre está acompasada con el acierto político, aunque bien es verdad que es un valor añadido a la hora de dejar al adversario sin iniciativa. No voy a negar que Chaves ha logrado que todos los partidos, incluso el suyo, quedaran perplejos con su propuesta de reforma estatutaria. Sin embargo, habría que preguntarse el porqué y el para qué de tal iniciativa. Al día de hoy, y con los datos que han ofrecido el propio presidente y sus mentores (Moreno, Griñán, Perales, Zarrías, Pendón) no termino de ver el fundamento y la finalidad del empeño. Más bien me da que pensar que las dificultades de la gestión diaria se pretenden solapar con este ambicioso regate, lo cual supondría concentrar en el próximo periodo todas las energías de la Cámara autonómica, y en parte del Parlamento nacional, sustrayéndolas a otras obligaciones y tareas posiblemente igual de ambiciosas. Algunos asuntos de Andalucía se me antojan urgentes y estratégicos sin necesidad de modificar el estatuto: la política de inmigración en nuestra comunidad, la cohesión territorial y social, el abordaje de políticas educativas, tecnológicas e investigadoras mucho más ambiciosas que las actuales. No es que la reforma del Estatuto sea inútil, sino que es seguramente innecesaria según lo que se quiere alcanzar.

Hay además una melodía en todo este concierto que suena forzada y artificial: la Segunda Modernización, con mayúsculas. No ha habido consejero autonómico que este fin de semana no haya mencionado el término. Como palabra tótem, como gran símbolo que pretende de esa forma identificar un proyecto político, todos los dirigentes socialistas andan repitiendo ese descubrimiento léxico de Chaves en su discurso del estado de la Comunidad. Con Escudero fue aquella Reforma Agraria que luego Manaute la dejó en cooperativas y poco más. Con Chaves no sabemos cuál será el final de la Segunda Modernización. Igual que los chinos de Mao, pueblo simbólico y obediente, eran atraídos con aquellos eslóganes de La Larga Marcha y El Gran Salto Adelante, Chaves parece que ha descubierto un filón y nos convoca al paraíso de la modernidad y la novedad sin límites. Los hechos darán la medida de las palabras.

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