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'No veo futuro al negocio'

El gerente de una cooperativa de Jaén cuenta los problemas que le ha generado el veto a su producto

'Nos tendrían que dar la calificación de industria ecológica. Contribuimos a eliminar residuos, no a matar a nadie. Vamos, lo digo con la boca grande y se lo puedo demostrar a quien quiera en cinco minutos'. Esta indignada frase la dice Rafael Soria, gerente de una de las fábricas extractoras de aceite de orujo de Jaén, la sociedad cooperativa Sierra Mágina. Toda su vida la ha dedicado a un negocio que inició su padre y en el que sigue uno de sus hijos.

Soria no llega a entender cómo la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, ha tomado de forma 'prematura e imprudente' la decisión de retirar este producto del mercado. 'El negocio no estaba para muchas alegrías, pero con esto añadido no veo ya futuro al negocio'. Todavía tiene que mirar los apuntes para pronunciar la palabra maldita: benzopireno.

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No la conocía, pero ya nunca la olvidará. 'No nos han explicado en qué momento se produce, pero sí sabemos que está en el orujo en menor cantidad que en un cigarrillo, en los ahumados, en una tostada o en el café' .

La escasa información que maneja, asegura, hace que piense que el origen del problema se encuentra en las altas temperaturas a la que se somete la materia que reciben de las industrias aceiteras para conseguir extraer el aceite de orujo.

El alpeorujo u orujo liquido se seca a temperaturas que oscilan entre los 500 y 600 grados, se consigue la evaporación del líquido después de media hora de aplicación de calor. 'Parece que es en ese momento en el que se producen las partículas cancerígenas', dice, aún con la duda.

'Si condenamos al aceite de orujo hay que condenar también a las otras grasas vegetales. El proceso de elaboración del aceite de soja y de girasol es exactamente el mismo. No hacemos nada raro. Todos los aceites, menos el virgen de oliva, pasan por refinerías', advierte el gerente de la cooperativa.

Soria pasó el día de ayer dando explicaciones por teléfono. Los socios de la cooperativa llamaban alertados. 'Están preocupados, hay mucha inquietud'. El mercado ha quedado paralizado y la cooperativa de orujo tiene aún por vender el 14% de la producción de esta campaña. Ahora nadie compra. '¿Cuánta gente se ha muerto de cáncer por tomar aceite de orujo desde que se empezó a fabricar a finales del siglo XIX? ¡Vamos, hombre!'. El industrial asegura que las refinerías ya tienen preparada la solución para eliminar el benzopireno en menos de un mes.

Los cooperativistas de Sierra Mágina reclaman más análisis, pero el gerente reconoce que el sector 'está tocado ya'. Los trabajadores de la empresa están igualmente preocupados por su futuro laboral. En plena campaña esta empresa ubicada en el término municipal de Mancha Real da empleo a una treintena de personas. La actividad no cesa durante las 24 horas del día, ni los festivos.. Hasta el próximo mes de diciembre seis personas continuarán el trabajo en la cooperativa. Repararán desperfectos, dejarán otra vez las máquinas a punto y limpias. Qué pasará la próxima campaña es la pregunta que les atormenta.

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