'No toda la moda es arte, pero la de Armani lo es', afirma Harold Koda
El comisario de la exposición del Guggenheim da hoy una conferencia
Harold Koda habla con auténtica pasión de su trabajo y de la exposición de Armani, sobre la que pronunciará hoy una conferencia en Bilbao. Este estadounidense de origen asiático es junto con Germano Celant, conservador jefe de la Fundación Gugghenheim, el responsable de la exposición sobre el diseñador italiano más famoso del momento.
'Lo que buscábamos exponiendo la obra de Armani es reflejar la contradicción que representa el arte contemporáneo: una pieza de Armani es ciertamente una obra de arte que puede exponerse en un museo, pero a la vez es algo que el visitante ha podido llevar o ver a llevar a su compañera de trabajo', argumenta.
A pesar de que el propio Giorgio Armani nunca ha querido afirmar que su obra pueda calificarse de artística, Koda no admite discusión. 'No toda la moda es arte, pero Armani ha innovado, ha creado un estilo nuevo, con una riqueza que no existía antes, al igual que lo hicieron en su momento Balenciaga o Dior, y por eso es arte', insiste.
Koda, que lleva más de 20 años investigando sobre la moda en el Instituto tecnológico de la Moda de Nueva York y en el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de la misma ciudad, afirma que la exposición del museo bilbaíno es de las mejores que ha visitado. 'Es incluso mejor que la que hicimos en el Gugghenheim de Nueva York. Los espacios creados por Ghery y la disposición ideada por Bob Wilson [el diseñador de la exposición] se complementan a la perfección. La música de Michael Galasso que acompaña al visitante por las salas aporta sentido de movilidad y ritmo a las piezas expuestas, algo absolutamente necesario si se piensa que una prenda está diseñada para verse en movimiento'.
El comisario de la exposición niega rotundamente que el hecho de exponer la obra del diseñador más solicitado del momento, principalmente por las estrellas de Hollywood, en un museo sea un modo subliminal de hacerle publicidad. 'Me parece una discusión cínica. El arte no está disociado del mercado. Lo que ocurre es que hay un prejuicio hacia la moda porque se asocia con la mujer, porque son objetos que se pueden adquirir, y por ello se infravaloran', asegura.
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