El azaroso viaje por carretera de los dientes de una tuneladora
Un camión traslada la gigantesca rueda de 132 toneladas desde Madrid a las obras del 'metrosur'
La tuneladora La Paloma, que se ha abierto paso por debajo de las calles de Madrid desde la estación de metro de Mar de Cristal hasta la de Colombia, salió ayer a la luz. Dos grúas ayudaron a sacar del túnel las 132 toneladas de su cabeza de corte, después de construir un túnel de 3.350 metros en nueve meses y medio de trabajo sin descanso. En total, harán falta 33 envíos para completar todas las piezas de la tuneladora y que ésta empiece de nuevo la excavación en las obras del metrosur, en Fuenlabrada. El coste del traslado de la tuneladora completa es de 16 millones, de los que tres corresponden al transporte de la rueda de corte.
Los vecinos de la calle de Colombia contemplaban ayer asombrados cómo emergía del suelo una gigantesca rueda de 9,40 metros de ancho y 2,6 de alto. Algunos optaron por bajar a la calle, mientras que otros observaban la operación desde las ventanas de sus casas, un poco retirados. 'Por si acaso pasa algo... Es más grande de lo que imaginaba', explica una vecina.
La tuneladora ha perforado en nueve meses 3.350 metros entre Mar de Cristal y Colombia
A las cuatro de la tarde, bajo un sol abrasador, comenzaron las operaciones de extracción. Una grúa de 500 toneladas, ayudada por otra más pequeña, alzaba la rueda en posición vertical. En media hora, la grúa depositó la cabeza de corte sobre un transporte góndola especial de 14 líneas (ejes) con un total de 112 ruedas, tirado por una potente cabeza tractora de 500 caballos. Otra vecina, más poética, comentaba que la enorme rueda de la tuneladora le había recordado el emerger de una ballena. 'Es monstruosa, pero muy bonita', comentaba.
La extracción de esta pesada pieza de la tuneladora finalizó en una hora. Pero permaneció aparcada en la calle de Colombia hasta las 0.30 de hoy, momento en que comenzó a transitar por las carreteras de Madrid. El viaje hasta Fuenlabrada llevará más tiempo. Los transportistas calculan que la rueda de corte de La Paloma llegaría a las 7.30 de la mañana. Si a esta hora no estaba ya en el municipio, el camión debería aparcar en el mejor sitio posible y permanecer allí hasta la medianoche del próximo sábado, en que continuará la marcha.
El peso de la perforadora obliga al camión a viajar a una velocidad máxima de 10 o 12 kilómetros por hora, aunque habrá tramos donde no podrá alcanzar más de dos o tres kilómetros por hora. Las dimensiones de la rueda constituyen otro problema adicional, ya que es necesario cortar varias señales y paneles indicadores de tráfico, que se restituirán inmediatamente, y alguna que otra parada de autobús y marquesina. El tramo más difícil son las curvas de salida y entrada a la M-40 y el tramo de la M-506, en el que sólo sobran 20 centímetros. En cuanto a la altura, no hay problema, ya que en muchos casos la rueda quedará por encima de los coches. En las autovías ocupa prácticamente los tres carriles, por lo que no quedará casi paso adicional
Y todo para ahorrar tres semanas de tiempo. Esta enorme rueda podría haber sido trasladada cortada en varios trozos, pero esto implicaría un mayor tiempo de montaje y la perforadora no estaría lista para comenzar los trabajos en la primera semana de septiembre.
Los vecinos sólo se quejan del ruido que les están provocando las obras de la estación de Colombia. 'Están trabajando todo el día, con camiones, hormigoneras, soldadores. Es un ruido horrible, sobre todo ahora que, con el calor, hay que dormir con las ventanas abiertas', se lamenta Petri, que vive en el número 18 de la calle de Colombia. 'Hemos aguantado carros y carretas, pero también tengo que agradecer la amabilidad de los trabajadores, nunca han tenido una mala palabra a pesar de nuestras quejas', agrega.
Los operarios trabajan las 24 horas del día durante los 365 del año. Hay cuatro turnos de unas 25 personas en total -tres trabajan y uno descansa-, y así día tras día, según Jesús de Haro, encargado-jefe de la tuneladora. A pesar de las molestias -las obras de la estación de Colombia empezaron en febrero del año pasado-, los vecinos se mostraban encantados con la máquina, comentaba. 'Si lo vieran mis abuelos y mis bisabuelos, no se lo creerían; es preciosa', dice María de los Ángeles.
Pedro, de 23 años y futuro ingeniero de minas, observaba la operación con su amigo Jaime. 'A mí me gusta porque lo hemos estudiando en clase, pero aun así no me imaginaba que fuera tan grande', reconoce.
Desde que la tuneladora entró en septiembre pasado por Mar de Cristal, para participar en las obras de ampliación de la línea 8 del metro, sólo ha parado para las revisiones y para el cambio de las herramientas de corte. 'Revisamos la máquina cada 150 metros, aunque depende del suelo con que nos topemos', explica De Haro. Durante este tiempo ha horadado, sobre todo, terreno arenoso, que desgasta mucho las ruedas de corte porque es muy abrasivo, aunque también terreno tosco (un conglomerado de arena con arcilla).
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