Elías se corona en la 'catedral'
A sus 18 años, se convirtió en Assen en el ganador español más joven en una prueba del Mundial
Toni Elías escogió el mejor de los escenarios para escribir su primera página de gloria en el Mundial. Desde ayer, tras lograr su primer triunfo en la carrera de 125 disputada en la catedral de Assen, se ha convertido en el piloto ganador más precoz que ha dado el motociclismo español. Y esto solamente es el principio. La manera de ganar en una jornada complicada por culpa de la lluvia explica la madurez y las cualidades de Elías. La inestabilidad meteorólogica condicionó el Gran Premio de Holanda, provocando sorpresas en 250 y el recorte de la prueba de 500 que ganó Biaggi por delante de Rossi.
Elías (Honda) confirmó lo que llevaba varias carreras anunciando con sus actuaciones. Había sido tercero en Le Mans, cuarto en Mugello y segundo en Cataluña. Ya nadie en los circuitos preguntaba quién es aquel simpático chico catalán y todos los rivales le llevan apuntado en la lista de peligrosos. Llegó a Assen, uno de los trazados más difíciles y a la vez legendarios del Mundial; estuvo delante en las tablas clasificatorias de todos los entrenamientos; se lució en seco y sobre mojado; y ya se ha convertido en candidato al título mundial pues sólo once puntos le separan del liderato del corredor de San Marino, Manuel Poggiali, cuando se han disputado las siete primeras carreras del calendario.
El triunfo de ayer en Holanda pasará a la historia. Ni Àlex Crivillé, ni Ángel Nieto, ni ninguno de los 16 pilotos españoles que le precedieron en hacer sonar el himno y ondear la bandera sobre el podio, consiguieron una victoria a los 18 años y 96 días como hizo ayer el muchacho de Manresa. Es el más joven vencedor español hasta ahora. Ya no hay duda. Gracias a Elías la categoría de 125 ha renacido para los aficionados españoles. Grandes premios como el de ayer en el legendario circuito de Assen sirven para recobrar la confianza tras las decepciones de los últimos tiempos en la categoría reina. Con Elías el futuro está asegurado. Y el presente parece apasionante. Él mismo lo augura: 'No renuncio a nada. Si hay posibilidades de pelear por el título vamos a intentarlo'.
La exhibición que protagonizó el joven español bajo la lluvia holandesa fue absoluta e incuestionable. Se comportó como un veterano, a pesar de llevar sólo 26 grandes premios -debutó en Jerez en 1999-, aguantó sobre la moto en una carrera con 19 caídas por culpa del asfalto resbaladizo y, al final, tuvo la paciencia justa y esperó para superar en la penúltima vuelta al francés Arnaud Vincent (Honda), que tiene nueve años más y fue el único que había conseguido mantenerse con él hasta el tramo decisivo.
Un final perfecto
La lluvia convirtió la carrera en un carrusel. Como ocurre tantas veces en Holanda, la meteorología se erigió en protagonista y cambió todo el guión. Se sucedieron los líderes y los accidentes, pero Elías siempre estuvo en buena posición, incluso cuando pareció descolgarse del grupo cabecero. Cuando el italiano Gino Borsoi se cayó siendo líder, Toni apretó el ritmo y tras adelantar a Vincent realizó una última vuelta perfecta. Apretó los dientes sin mirar atrás, firmó el mejor tiempo de la prueba y venció como lo hacen los campeones.
Su padre, Toni, le esperó tras cruzar la meta para ofrecerle el primer abrazo. Él sabe lo que ha costado llegar hasta ese momento, pues de sus ausencias los domingos para correr carreras de motocross por todo el mundo ha brotado esta nueva figura. El padre de la nueva estrella es el mejor piloto de esa especialidad que ha habido en España.
Pese a la victoria, a Toni, el hijo, apenas le cambió la expresión risueña y decidida. Quizás sólo cuando se abrazó a su madre Mei y a su mentor Alberto Puig. Pero atendió a la prensa con naturalidad y recibió con seguridad la aclamación de 92.000 espectadores que pasan por ser de los más entendidos del mundo.
Tercero en el Mundial
'Ya tocaba ganar. Había estado a punto un par de veces y ahora por fin lo he conseguido. Estoy muy satisfecho', explicó al término de la carrera, que le ha colocado tercero en la clasificación del Mundial y siguiendo los pasos de Emilio Alzamora, campeón de 125 en 1999, y precisamente el último español que había ganado un gran premio, en septiembre del pasado año en Portugal.
'Le dedico este triunfo a mi familia', dijo Elías apenas bajado del escalón más alto del cajón, con su gran copa en forma de tulipán. Pero el éxito no le cambiará la vida, aunque ayer mismo en la llegada al aeropuerto del Prat ya todo fuera diferente. El joven Toni se vio sorprendido por el recibimiento, cuando apareció en la terminal como uno más del grupo de jóvenes pilotos que dirige Alberto Puig y en el que es el más mayor y, por ahora, el mejor. Por eso se ha convertido en el punto de referencia para Raúl, Dani y Joan. Y no sólo para ellos. Para disfrutar de las motos en España hay que volver a encender la tele a las 11.15 horas, que es cuando empieza la carrera de 125 en la que Toni Elías ya es protagonista cada domingo.
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