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Columna
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Pareja

Confieso que Jack Lemmon y Walter Matthau han influido en mí más que Marx y Engels, y sin embargo no me tengo por extravagante. Anteyer la muerte volvió a unir a esa pareja de actores que tantas horas agradables han suministrado a la humanidad desde que Billy Wilder se cruzó en su camino con la película En bandeja de plata, y es de esperar que ese combinado ya etéreo e indisoluble continúe influyendo en la atmósfera y en la cadena de acontecimientos que suceden bajo su manto de algún modo. Habían logrado una compenetración de tanta calidad que casi mueren el mismo día, con apenas un año de diferencia. Entonces Lemmon no había podido acudir al entierro de aquel judío ruso gruñón y narizotas que se le antojaba que caminaba como un juguete de cuerda, y que había sido detenido para siempre por un infarto en Santa Mónica. Todo un actor con un par de oscar y ocho nominaciones no pudo tenerse en pie ante el cadáver de su compañero de reparto, como quizá ahora el duro y abyecto Matthau se hubiese derrumbado ante el cuerpo devorado por el cáncer de ese tipo confiado, inocente e íntegro que había sido Lemmon. Nadie como ellos desarrolló con tanta intensidad y plasticidad los extremos del conflicto humano derivado de la relación amor-odio, y su secuela de discordias que culmina en la más bella frase de afecto jamás oída: 'Yo seré un idiota neurótico, pero tú estás como una cabra'. Y pocos como ellos consiguieron representar esa farsa profesional con tanta naturalidad, sin sobreactuar lo más mínimo. Lemmon solía explicar que Wilder (otros lo atribuyen a Cukor) interrumpió el rodaje de una toma para pedirle que rebajase el nivel de la actuación. Después de repetir la escena hasta veinte veces, Lemmon advirtió a Wilder que si continuaba rebajando el nivel al final quedaría en nada, y Wilder le contesto que eso era precisamente lo que esperaba. Esa nada inspirada por Wilder y alcanzada por Lemmon y Matthau, juntos o por separado, ha hecho felices a millones de personas. Hay que dar gracias a la vida por habernos obsequiado con tipos como éstos.

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