Un muchacho muere al caer el techo de una obra abandonada en Natzaret

Ricardo C.G., de 15 años, jugaba ayer por la tarde con otros siete amigos al fútbol, en los alrededores de la calle de Algemesí, en el barrio valenciano de Natzaret. En uno de los pases de pelota, el balón cayó en el interior de una finca en construcción que está abandonada y semiderruida. Ricardo salvó los tres metros de altura del muro de la casa y entró a recoger la pelota. Otro amigo suyo seguía sus pasos. Cuando Ricardo ya estaba en el interior de la finca, un resto de techumbre cayó sobre él. Murió en el acto. Su compañero, al que después diagnosticaron rotura en el tobillo, no pudo siquiera pedir auxilio en un primer momento. Un grupo de niñas que también jugaba en la zona pidió ayuda a una vecina. Y fue ésta la que se acercó al lugar, vió a Ricardo sin vida y avisó a la policía.

En pocos minutos, el número cinco de la calle de Algemesí, cercana a la calle de Ifach, se convirtió en el centro de Natzaret. Vecinos de todas partes del barrio se acercaban al lugar. Los primeros familiares en llegar fueron tíos y primos de Ricardo. Media hora después llegó su madre. Y a las 21.30, el juez ordenaba el levantamiento del cadáver.

Mientras la policía recogía los testimonios y restos del lugar en el que se había producido el accidente, los vecinos se preguntaban por qué había saltado Ricardo el muro, qué hacían los niños jugando allí o por qué la casa no tenía ninguna protección. Todas esas cuestiones parecían hacer de la presencia de los niños en el lugar del suceso una excepción. Sin embargo, el camino semiabandonado próximo a la calle de Algemesí es lugar habitual de juegos de los niños, especialmente para practicar el fútbol, aseguró una vecina, ya que no transitan coches y tienen todo el espacio que quieren.