La honestidad de la antigua serie 'B'

La segunda producción de la Fantastic Factory (ese miniestudio de filmes de terror que se han montado entre el productor de Filmax, Julio Fernández, y un maestro de este género, Brian Yuzna), Arachnid, supone un alivio y, a la vez, un tembleque de piernas para los auténticos aficionados a la serie B. Porque si Fausto, la venganza está en la sangre era un ladrillo con mucho lacito de adorno gracias a los efectos especiales, Arachnid no ha sido rodada con tanto dinero (de ahí el tembleque: ¿Los trabajos de la Fantastic Factory se harán cada vez con un presupuesto menor?) pero sí con mucha honestidad. Cualquier fanático de la serie B verá cumplida con creces sus ansias de saborear películas con este marchamo.

Su director, Jack Sholder (The hidden: oculto), artesano como los de antes, sabe que lo importante es pasar un buen rato y cumplir escrupulosamente los mandamientos del subgénero: monstruos con pinta de rancios, asesinatos de los actores en orden inversamente proporcional a su carisma y su sueldo, intérpretes americanos de segunda mezclados con rostros conocidos del cine local (en esta ocasión, Neus Asensi y José Sancho), localizaciones exóticas... Para ver y comentar con amigos, muchas ganas de juerga y un montón de palomitas.