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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

Una red escondía a 18 inmigrantes en un corral con animales en Ceuta

Localizados 12 extranjeros más en ocho casas

El Cuerpo Nacional de Policía localizó la cuadra donde se ocultaban los inmigrantes durante una batida contra la red de tráfico de personas en el conflictivo barrio del Príncipe Alfonso de Ceuta, que linda con la frontera y zona comercial del Tarajal, una zona especialmente transitada durante el día. Los agentes registraron otras ocho viviendas de la misma barriada, en las que en total hallaron a 30 inmigrantes de origen marroquí escondidos a la espera del salto.

Los corrales, que los extranjeros compartían con vacas y ovejas, estaban situados en una vaguada de muy difícil acceso. Los inmigrantes confesaron que cada uno de ellos había pagado 300.000 pesetas al cabecilla de la red por la estancia en Ceuta y el pasaje en patera o zódiac hacia la Península.

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Gráfico: El estrecho de las pateras

Los sin papeles se hacinaban entre el ganado y a la intemperie, ya que el establo carecía de techumbre, por lo que durante la horas de luz podían ser avistados por las fuerzas de seguridad. Por ello, los miembros de esta red de inmigración ilegal les obligaban a deambular durante todo el día por los callejones del principal polígono comercial de la ciudad, el del Tarajal, muy próximo a la frontera con Marruecos y también a las cuadras.

Para burlar la acción policial, los inmigrantes eran trasladados a primeras horas de la mañana hasta las inmediaciones de las naves comerciales. En esa zona pasaban desapercibidos al mezclarse entre la multitud que transita cada día por el lugar. De hecho, se estima que a este polígono acuden a diario entre 25.000 y 30.000 marroquíes, en su mayoría dedicados a la compraventa de productos de alimentación y hogar, de ahí que la tapadera resultara eficaz durante algunas semanas.

Colchones mugrientos Al caer la tarde, los marroquíes eran devueltos a los establos, donde compartían los habitáculos con los animales de granja. Tan sólo disponían de unos colchones mugrientos, aunque no tenían agua corriente y carecían de las mínimas de higiene y salubridad. Tampoco había separación física entre el ganado y los marroquíes que pernoctaban en la cuadra y entre excrementos de los animales, por lo que las condiciones de vida eran infrahumanas.

Según la Delegación del Gobierno esta acción se repetía diariamente hasta que los organizadores del viaje determinaban el momento propicio para el embarque hacia la Península en una patera, que era pilotada siempre por uno de los inmigrantes para que ninguno de los miembros de la red se arriesgara. La organización sólo facilitaba la zódiac e indicaciones básicas para llegar a la Península tomando como guía las luces costeras.

La policía registró otras ocho viviendas de la misma zona -que estaban conectadas entre sí- donde se parapetaban otros 12 inmigrantes y detuvo a cinco presuntos responsables de la red, que han pasado a disposición de la autoridad judicial bajo la acusación de haber cometido un presunto delito contra los derechos de los trabajadores . Los investigadores se han incautado de abundante documentación falsificada. La mayoría de los 30 inmigrantes detenidos ya estaban ayer de vuelta en Marruecos.

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