Sobre los seudohechos
En su carta del 23 de junio, Mira Milosevich me pide que demuestre que ella miente. Eso es algo que no debe reclamarme a mí, sino a su propia conciencia. Yo he hablado únicamente de 'seudohechos'. 'Deconstruir' esos 'seudohechos' no resulta en modo alguno difícil, pero es algo que no puede hacerse en Cartas al Director, pues requiere algo más de tiempo y de espacio que producirlos. Aquí me conformaré con decir que, con el fin de ilustrar en qué consiste un 'seudohecho', puede citarse íntegramente su propia carta, particularmente si tenemos en cuenta la clase de etiquetas que utiliza para replicar, así como elmodo y la densidad del etiquetado. Para demostrar que tenemos que habérnoslas con 'seudohechos' puede que baste la comparación con mi propia carta publicada el día anterior, a la cual ella replica. Aunque, por otro lado, para convencer a la autora de que elimine el par de comillas que le coloca al sintagma 'el holocausto albanokosovar', tal vez no baste con que le recordemos los trenes con centenares de miles de deportados, las fosas comunes, los transportes de cadáveres mediante camiones frigoríficos y la quema de cadáveres en los hornos de fundición -tal como está contando la prensa belgradense de estos días-, u otros sucesos todavía más macabros que no voy a describir (para no aterrar al lector). Sólo para que elimine un par de comillas, decía. ¿O tal vez la palabra 'holocausto' deba ser sustituida por un eufemismo?
Además, la autora de la carta reclama que yo dé mi versión sobre los acontecimientos de Kosovo, 'y no la de Kadare'. No sé por qué menciona a Kadare cuando se supone que los textos, tanto el de ella como el mío, los escribimos nosotros mismos. Por lo que se refiere a mi versión, a diferencia de la de ella, es la misma que han dado varios otros autores serbios, y en cuanto a mí, no tengo nada más que añadir.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.