_
_
_
_
LA SITUACIÓN EN LOS BALCANES

El enemigo en casa

Carlos Yárnoz

El último estallido violento en Skopje ha puesto de manifiesto que entre los eslavos existen fuertes discrepancias a la hora de abordar soluciones al conflicto. Pero lo más grave es que esas diferencias están causando estragos en el seno del propio Gobierno macedonio. La salida el lunes, bajo supervisión de la OTAN y la UE, de unos 500 guerrilleros de Aracinovo ha provocado los gritos de 'traidor' dedicados al presidente Trajkovski por los asaltantes del Parlamento.

En las importantes reuniones de ayer en Bruselas, nadie duda de que tras los disturbios del lunes se encuentra el ministro del Interior, Liube Boskovski. Este eslavo radical dimitió el pasado fin de semana como miembro del Consejo de Seguridad Nacional, pero no como ministro. 'Ha dimitido, pero se queda', había advertido enigmáticamente el lunes, a mediodía, el ministro español de Exteriores, Josep Piqué, quien ya había escuchado a colegas suyos en Luxemburgo las sospechas que levantaba Boskovski.

Más información
La UE exige a Macedonia garantías de que controla a las fuerzas de seguridad

'La OTAN forzó al Gobierno a autorizar a los terroristas la salida de Aracinovo', dijo ayer Boskovski, desmentido inmediatamente por la OTAN y por el propio presidente macedonio. 'No ayudamos a los albaneses a huir', afirmó ayer un portavoz de la OTAN, 'sino que intervinimos a petición del Gobierno macedonio para facilitar una solución'.

Pero la retirada de los guerrilleros, que en ningún momento fueron desarmados, levantó los ánimos de elementos radicales de las fuerzas de seguridad y, sólo unas horas después de evacuado Aracinovo, fueron unidades leales a Boskovski las que intervinieron en el asalto al Parlamento de Skopje, que estaba escasamente protegido, pese a encontrarse en su interior Trakjovski y los negociadores de los principales partidos. Y fue ese ministro el único que pudo hablar con los asaltantes sin sentirse amenazado por ellos, aunque él afirma que fue para pedirles calma. 'Hay una gran preocupación por la actitud de ese ministro', comentó ayer un portavoz oficial de la UE.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_