Mueren los tres ocupantes de un helicóptero al chocar contra una montaña del Pirineo catalán
Fallece un turista británico al capotar su ultraligero cerca de un pueblo de Girona
Según fuentes de la investigación, una de las aspas del helicóptero chocó contra la montaña y propició la inmediata caída del aparato. Instantes antes del siniestro, otro trabajador se había apeado de la aeronave en uno de los puntos del trazado del tren cremallera que lleva al santuario de Núria. El accidente provocó desprendimiento de rocas y un pequeño incendio que fue sofocado rápidamente por los bomberos. El lugar del siniestro está situado a unos 2.000 metros de altura.
Las víctimas del siniestro son el piloto del helicóptero, Philippe D., de nacionalidad francesa y empleado de la empresa andorrana Helitrans; Xavier Solà, vecino de Guardiola de Berguedà y albañil de la empresa Hidrodata, y Manel Riu, vecino de Queralbs, mecánico de helicópteros y comercial de la empresa Helitrans. El aparato era uno de los más modernos del mercado, un AS350 B-3 Eurocopter.
Josep María Padrosa, director de Emergencias de la Generalitat, avanzó ayer que las causa del siniestro pueden ser varias, aunque el origen estaría en un movimiento inadecuado del aparato: 'Puede ser un golpe de aire, un desequilibrio, un descenso demasiado rápido; es difícil precisarlo de momento'. Padrosa añadió que, 'lo más lógico, teniendo en cuenta que se estaba trabajando muy cerca de un acantilado, es pensar que por algún motivo el aparato se desplazó y acabó tocando con la punta de las aspas con uno de los salientes rocosos'.
Las tareas de rescate de las víctimas se prolongaron durante cuatro horas, debido a las dificultades que encontraron los bomberos para acceder al lugar del siniestro, una pendiente muy pronunciada de roca viva. Toda la operación se realizó mediante helicópteros. Los cuerpos fueron trasladados directamente al Hospital de Campdevànol y posteriormente al tanatorio de Ripoll.
Los Mossos d'Esquadra recopilaban ayer datos para la investigación judicial del accidente, en la que será clave el testimonio del trabajador que descendió del helicóptero antes del siniestro. El superviviente, Miquel García, dio muestras de un gran abatimiento cuando un helicóptero lo evacuó del lugar del accidente.
Por otro lado, un ultraligero capotó y se precipitó ayer contra el suelo al poco rato de despegar en el aeródromo de Viladamat (Girona). El único ocupante del frágil avión, John B., un turista de nacionalidad británica, falleció en el acto. Las primeras teorías culpan del siniestro a un golpe de viento o a la inexperiencia del piloto.
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