'No vengo para estar en el banquillo aplaudiendo a mis compañeros'

Pau Gasol entró ayer en el especial mundo de la NBA, de trato exquisito pero de reglas estrictas. Durante una hora exacta, ni un minuto más ni un minuto menos, y junto a los que se prevé que serán sus máximos competidores en los trece primeros puestos del draft, tuvo que atender a los medios de comunicación. Sentado en una silla de director de cine, con los logos de la NBA detrás y su nombre escrito a un lado y con los periodistas separados tras una cinta situada a poco menos de medio metro.

Reconoció estar un poco nervioso, aunque no dio muestras de ello. 'Ahora me doy cuenta', empezó diciendo, 'de que estoy delante de un gran momento. Hay que dejarse de sentimentalismos porque voy a dirigir mi carrera hacia un rumbo nuevo. Trato de ver todo esto de la manera más fría posible. He vivido toda mi vida en Barcelona y allí tengo mis amigos, mi familia, mi casa. Pero intento mirar de cara al futuro y centrarme en mi gran ilusión que es jugar en la NBA'.

El primer jugador español que estará presente en una ceremonia del draft, manifestó que, de estar entre los seis primeros, habrá más posibilidades de poder cambiar de equipo la próxima temporada y que estará feliz con el que le elija.

'Espero que en el caso de que decidiera irme este año pudiéramos [el Barcelona y yo] llegar a un acuerdo para recortar lo que se pudiera la cláusula de rescisión [580 millones de pesetas, IVA incluido] para que todo fuera más fácil y no tuviera que pagar una cantidad tan grande. Después del draft hablaremos con los directivos y les diremos cuáles son nuestras intenciones'.

'Aquí todo es muy grande', bromeó. 'Cuando he corrido las cortinas de la ventana, he visto un edificio grandísimo. Mucha gente por la calle, de todo tipo, de muchas razas. Todo el mundo va a su tema, nadie se preocupa por nada. Muy curioso. Aprendo un poquito'. Gasol dejó una frase definitoria: 'Sé que estoy haciendo historia, pero no tengo que dejar que eso me supere. Si algo tengo es que soy muy ambicioso. Quiero conseguir lo máximo y voy a intentarlo'. Y acabó bromeando sobre dos de sus posibles rivales en unos pocos meses: Iverson y O'Neal. 'Al primero intentaré darle la mano, si me la da, y jugarle con respeto y seriedad. Y con el segundo, apartarme un poco, no vaya a ser que me dé un filetazo'.

Tampoco vaciló cuando se le preguntó por miedos y reticencias: 'No vengo de paseo ni para estar en el banquillo aplaudiendo a mis compañeros'.