El PSC pide que la Generalitat asuma el mando policial para evitar acciones como la del domingo

A pesar de que el alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, ha avalado la operación policial, el PSC insistió ayer en el Parlament en sus críticas a la actuación de la policía el pasado domingo en Barcelona. El portavoz socialista, Joaquim Nadal, reclamó 'soluciones drásticas' y propuso que el Gobierno catalán asuma el mando del Cuerpo Nacional de Policía antes de que se inicie el despliegue de los Mossos d'Esquadra en la ciudad de Barcelona, previsto para 2005, con el fin de evitar acciones como la del domingo.

La propuesta no fue bien recibida por el conseller en cap del Gobierno catalán, Artur Mas, quien la acogió con escepticismo. Mas la consideró 'curiosa' y subrayó que los sucesivos gobiernos del PSOE fueron incapaces de dar 'ni un solo paso en este sentido'.

Mas defiende a la policía Al igual que Xavier Pomés, consejero de Interior, Mas defendió la actuación policial en la marcha y tildó de 'irresponsables' a los grupos que han insinuado que la policía fomentó algunos de los altercados. Ayer mismo, Iniciativa per Catalunya-Verds lanzó duras acusaciones contra la policía. Su portavoz parlamentario, Joan Boada, dio a entender que a la Delegación del Gobierno le interesaba que hubiera destrozos en el paseo de Gràcia para justificar su intento de prohibir la marcha: 'Existe la sensación de que se permitió actuar [a los vándalos] para tener una excusa', afirmó.

La Delegación del Gobierno asegura, en cambio, que una actuación de la policía contra esos agitadores, que se situaron al final de la marcha, hubiera afectado a niños y ancianos presentes en la manifestación. No obstante, la mayoría de estos destrozos se produjeron lejos de la marcha y sus autores fueron grupos de siete u ocho personas perfectamente identificables, que actuaron sucesivamente contra varios establecimientos a lo largo del paseo de Gràcia.

Al final se produjeron 23 detenciones, dos de ellas de menores de edad que pasaron a disposición de la fiscalía de menores. Del resto de los detenidos, 19 también quedaron en libertad por decisión de la titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, quien acordó abrir un proceso de expulsión para un italiano y un portugués, según fuentes judiciales. La mayoría de las 19 personas que quedaron en libertad están acusadas de desórdenes públicos y daños, y en algún caso, de atentado contra la autoridad.

La carga policial provocó más de 50 heridos, en su mayoría contusionados. Muchos de ellos, entre los que se incluyen cuatro periodistas, eran totalmente ajenos a los enfrentamientos que se produjeron al disolverse la manifestación.

'Mosso' herido

En la relación de heridos también figura un mosso d'esquadra que iba de paisano, el cual fue alcanzado en la pierna por una pelota de goma disparada por sus compañeros del Cuerpo Nacional de Policía. Como consecuencia del impacto, el agente se cayó y se abrió una pequeña brecha en la cabeza, por lo que fue trasladado a un hospital, donde se le dio de alta poco después.

Varios de los ciudadanos que resultaron heridos ya han acudido al juzgado de guardia a denunciar la acción de la policía y las más de 350 entidades que convocaron la manifestación han anunciado también que se querellarán contra los responsables de la actuación policial 'desproporcionada y provocadora'. Por ese motivo, la fiscalía considera que no puede abrir diligencias como pedían las mencionadas entidades, pues la ley le impide investigar los mismos hechos que a su vez investigará un juez.

La plataforma que impulsó la marcha ha convocado una nueva manifestación para el domingo con el fin de protestar por 'el intento de criminalización de los movimientos sociales'. Los convocantes aún no han solicitado el permiso preceptivo, pero su intención es que la marcha se inicie en la plaza de Catalunya y concluya frente a la Delegación del Gobierno.