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Crítica:TOLOSA | LA LIDIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Juan Bautista salió a hombros

El francés Juan Bautista salió a hombros porque se atrevió a ligar los pases, cosa que no hicieron Jesulín de Ubrique y Eugenio de Mora. En el último toro de la corrida, Juan Bautista desde el primer momento quiso triunfar. Tomó el toro con una larga cambiada para después trazar varias verónicas de rodillas y dos buenos lances de pie. Hizo un quite muy espectacular por lopecinas. No estuvo demasiado estupendo con las banderillas, más bien regular. Sin embargo, en la faena de ese toro trató en todo momento de ligar tanto las tandas de derechazos como las de naturales. Y además de ligar, templó y templó muy bien. Luego, para rematar la faena, instrumentó dos o tres pases por alto, muy lentos y majestuosos. Tras unas manoletinas, una de pie y dos de rodillas, se echó a matar y pinchó. Mas después se tiró con mucha fe y cobró un gran estoconazo que hizo rodar al toro. Ahí estuvo la diferencia con los dos toreros citados. No cuenta la faena que hizo Juan Bautista al tercero de la tarde, porque era un inválido. Por más que tratara del dar el camelo, no hay que anotarle ningún valor.

Fuente / Jesulín, Mora, Bautista

Seis toros de Fuente Imbro: pobres de cabeza, poca fuerza. 1º, 2º y 6º, nobles, 4º, manejable. Jesulín de Ubrique: oreja; ovación. Eugenio de Mora: oreja; silencio. Juan Bautista: petición de oreja y vuelta; dos orejas y salida a hombros. Plaza de Tolosa, 24 de junio, tercera y última de feria, cerca del lleno.

Jesulín de Ubrique tuvo un toro, su primero, que era para haberle cortado las dos orejas. Lo toreó en todo momento con mucho temple, eso es verdad, pero no ligó un solo pase y eso que instrumentó cinco tandas de derechazos y dos de naturales. Además, tuvo el agravante de que por el pitón izquierdo, en la primera tanda de naturales, el novillo pudo con el torero. En su segundo, no solamente no ligó, sino que templó a medias y el resto fueron trapazos sin relieve.

Eugenio de Mora realizó una faena en su primer toro en la que dejó el sello de cuatro tandas de derechazos y cuatro tandas de naturales. Las series estuvieron ejecutadas con temple y algunos muletazos de gran hondura. No obstante, no ligó un solo pase. Y eso es imperdonable, sobre todo cuando se tiene un buen toro para la muleta.

En su segundo hay que culpar al matador el hecho de que su picador le infligiera al toro una vara asesina. El toro quedó destrozado por culpa de quien le manda al picador, no otro que el maestro Eugenio de Mora. El escándalo pudo ser de aúpa.

Este año en Tolosa han estrenado presidente. Se llama Miguel Tellería. Sin duda, se nota que en Tolosa ha acudido la seriedad. No era como otros años que el presidente regalaba orejas. Sin embargo, hay un capítulo que también hace que los presidentes sean buenos o malos. Y es el de la sustitución, la validez o no, de los toros que salen. El tercero tuvo que ser devuelto a los corrales y no se hizo.

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