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Detenidos en Málaga tres nigerianos que habían secuestrado a una compatriota

La banda exigía 3.000 dólares y la policía investiga sus conexiones

Según la Policía, los tres detenidos, Malcom Ch. A., de 24 años, Uchenna S. M., de 34, y Augusta I., de 35, formaban parte de un pequeño grupo organizado que intentaba bajo amenazas conseguir 3.000 dólares por el traslado a España de Iwie O. Z., de 21 años. La documentación de los tres era extranjera y ninguno tenía permiso de residencia en España. La joven llamó a su hermana Esther el día 13 para explicarle que estaba secuestrada en un piso por unos compatriotas y comunicarle el precio del rescate.

Los secuestradores no se ocultaban: El apartamento estaba en la calle Fernando Chirino, del barrio de La Trinidad. La Policía supone que Iwie acababa de llegar a España -posiblemente el día 9-, mientras Esther lleva tiempo en el país y habla español. El día siguiente, la hermana -acompañada por su novio, llamado Tomson- se personó en el piso, donde los secuestradores le repitieron las amenazas, incluso de muerte, añadiendo que Iwie había sido objeto ya de malos tratos físicos y psíquicos.

Tomson se quedó vigilando en la puerta de la casa, mientras Esther acudía a la Policía para denunciar el secuestro. Era la una y media de la madrugada del 14 al 15 de junio. En ese momento la joven recibió una llamada de su novio para informarle que su hermana acaba de salir al portal en compañía de un grupo de personas y que, al parecer, pensaban trasladarla a Italia. Funcionarios de varias comisarías se dirigieron de inmediato a la calle Fernando Chirino, detuvieron a los tres secuestradores y localizaron a Iwie en otra vivienda del mismo edificio. La joven denunció malos tratos físicos, durante el tiempo de estuvo encerrada, por parte de Malcom Ch.

El pago que exigía la banda está motivado 'por la deuda que asumen las jóvenes cuando son traídas a España y que han de enjugar con el ejercicio de la prostitución, a lo que se negaba la víctima', según una nota de la Policía. La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. Fuentes policiales consideran que los detenidos pertenecen a una banda que capta a jóvenes en su país con la promesa de buscarles trabajo de camarera y limpiadora en Europa. Una vez desplazadas a su destino, las obligan a prostituirse y a pagar por triplicado: el alojamiento, una comisión de sus ingresos, y la entrada en el país.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio, declaró a este periódico bandas como las de los autores de este secuestro 'son organizaciones que trabajan el tráfico de drogas y la prostitución a pequeña escala'. En drogas no son importadores, sino distribuidores, habitualmente de heroína. Rubio constata que la prostitución de nigerianas víctimas de estas mafias ha ido en aumento. El subdelegado, sin embargo, hace hincapié en que 'no hay que estigmatizar a los inmigrantes; hay grupos de delincuentes, pero son muchas las personas que vienen a trabajar honradamente'.

Coincide con esta apreciación el presidente de Andalucía Acoge, José Luis Rodríguez, que subraya que 'a los delincuentes, sean de la nacionalidad que sean, no hay que expulsarlos, sino meterlos en la cárcel'. Rodríguez añade que la inmigración nigeriana ha aumentado mucho en Málaga en los dos últimos años, y que su organización en ocasiones ha facilitado apoyo jurídico y social a personas que estaban atrapadas por redes mafiosas.

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El director de Málaga Acoge, Antonio Narváez, apunta que el boletín de Extranjería de la Dirección de la Policía tenía censados en Málaga 209 nigerianos a finales de 1999. Sin embargo, durante el proceso de regularización de 2000 se presentaron alrededor de dos mil solicitudes. 'Médicos del Mundo, que tiene una unidad de calle, y atiende a inmigrantes sin papeles ha detectado un creciente aumento de la prostitución de nigerianas; es un fenómeno muy reciente', precisa Narváez. En su opinión, la solución sería 'facilitar documentación a estas personas y proporcionarles una mínima estructura de apoyo'.

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