Algo más sobre América Latina

Reconozco que mi arrebato des-Cortés pudo enturbiar las intenciones de mi carta (24 de mayo) sobre el nombre de América Latina. En ello ha encontrado Rafael Martínez Alés (29 de mayo) la oportunidad de acudir al quite, con envidiable ponderación, en defensa del actual secretario de

muy apropiadamente, es Mr Combustible quien toma decididamente el mando. Detrás marcha Perfect Sunday seguido de Putra Sandhurst, el potro propiedad de un príncipe indio que sueña con el Derby como nosotros soñamos con Basora o Katmandú. Y enseguida, vigilante, viene Galileo. ¡Ah, no, esta vez tenemos que vérnoslas con un científico riguroso que conoce el funcionamiento del universo y se yergue inmune ante los astrólogos! En cuanto se lanzan por la recta final, los fervorosos testigos comprendemos que aquí acaba el maleficio de Sadler Wells, porque su impecable hijo Galileo arrolla con un tranco que no admite réplica al tenaz e insospechado Mr Combustible, al desfalleciente Perfect Sunday y desdeña sin esfuerzo aparente el remate final de Golan y de Tobougg. Se va a ganar cómodamente, por casi cuatro cuerpos de ventaja. El hijo del mejor y de la mejor demuestra ser el mejor, los cielos y la tierra se someten a su pauta necesaria.

En la segunda jornada de su Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, Galileo Galilei presenta una objeción del personaje Simplicio a la nueva teoría del movimiento que está exponiendo en la obra. Según Simplicio, si alguien montado en un caballo que corriera velozmente dejase caer una bola, ésta se detendría inmediatamente salvo que el jinete la hubiera propulsado con su brazo. Pero el sabio Salviati le responde que 'la experiencia os demostrará lo contrario y que la bola, una vez llegada a tierra, correrá junto al caballo, y no le quedará atrás más que en el caso de que la aspereza e irregularidad del camino la obstaculice'. Así será, pues: así continuará para siempre rodando por la tierra la injusticia y la violencia mientras nada la detenga, así la superstición seguirá falsificando hasta tropezar con el crédito que merece la razón, así proseguiría alegremente la vida si no la frenasen el desánimo, el tiempo y la pompa abrumadora de la muerte.

Fernando Savater acaba de publicar A caballo entre milenios, diario hípico y literario del año 2000.