Moneo se alegra de ver el Kursaal 'muy integrado en San Sebastián'

El Kursaal ha demostrado tener 'flexibilidad y cintura' para albergar desde 'un mitin político hasta una feria de gourmets o tantos congresos'. Aunque se han 'subsanado algunos fallos', admitió que durante su construcción se ha mejorado el proyecto inicial. 'No es el mejor lugar para una ópera, pero es válido para óperas, conciertos y muchos eventos de la vida pública', agregó.

Fin de obra Al referirse a los méritos de su obra para recibir el reconocimiento de la UE, Moneo señaló que el jurado ha tenido en cuenta 'lo que la arquitectura de la fragmentación puede dar de sí'. En su opinión, el edificio, 'desde una condición geográfica y ciudadana muy específica, está atento a algunos de los problemas que los arquitectos han atendido en los últimos diez años'.

Moneo, quien proyecta una iglesia en el barrio donostiarra de Riberas de Loiola, participó ayer en la reunión del Consejo de Administración de la Sociedad Kursaal, en la que se firmó el certificado de fin de obra. Su coste final ha ascendido a 10.382 millones, muy por encima del precio adjudicado (8.273 millones). Parte del aumento se justifica por las mejoras del equipamiento escénico.

El presidente de la sociedad y diputado general, Román Sudupe, quien compareció junto al alcalde donostiarra, Odón Elorza, y el gerente de la sociedad, José Miguel Ayerza, resaltó la marcha 'favorable' del primer cuatrimestre de este año. De enero a abril, se han celebrado 87 eventos -seis más que en 2000-, con más de 75.000 asistentes. La entidad confía en cerrar el año con 186 eventos y que la ocupación alcance el 78%, un 7% más que en 2000.