166,386 pesetas
Valencia tiene desde ayer el primer centro euro de la ciudad para informar al ciudadano sobre la moneda única
El 1 de enero de 2002 un paquete de tabaco rubio costará, en las máquinas expendedoras y en el mejor de los casos, 1,92 euros (320 pesetas) y un billete de autobús en Valencia 0,78 euros (130 pesetas). La proximidad de la entrada de la moneda única obliga a acelerar el paso y a profundizar en las campañas de difusión que eviten a los ciudadanos estrés añadido y desconcierto ante las nuevas cuentas. Una adaptación importante para que el consumidor afronte con garantías su actividad de consumo en establecimientos, donde utilizará la moneda física.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el consejero de Industria y Comercio, Fernando Castelló, inauguraron ayer el centro euro en la calle de Miguelete de Valencia. 'No hay que alarmarse porque quede poco tiempo', aseguró Castelló, quien recordó que las campañas pretenden ayudar a que la entrada del euro sea 'lo menos traumática posible' y a que se produzcan el menor número de anécdotas. Como la que protagonizó el propio consejero, quien tras realizar un simulacro de compra junto a la alcaldesa entregó 150 euros cuando su compra real ascendía a 251.
El principal problema para muchos ciudadanos es que el euro es aún más un concepto que una realidad física en sus bolsillos. De la experiencia de los otros dos centros euro, de Alicante y Castellón, se deduce que la adaptación es recibida de forma más natural por los niños y los ancianos, acostumbrados a cambios de moneda y que además han tratado con céntimos. Aunque para todos no es igual. Maruja se acercó ayer al centro euro de Valencia. 'Hasta que no los vea...', comentaba mientras su marido, Paco, le explicaba el cambio de pesetas a euros en monedas y billetes. 'Él me lo explica, pero es como si se lo explicara a la pared', añadió.
Las consultas más comunes se centran en saber hasta cuándo se puede utilizar la peseta, cuántas monedas y billetes hay de euros e incluso si las oficinas de información facilitan monedas. 'Esto me está liando bastante', comentaba ayer David, un estudiante de Sabadell de 17 años que está de viaje de fin de curso en Valencia. 'La única cosa que se puede hacer es dividir', sentencia. David, en cualquier caso, está convencido de las ventajas: 'Cuando vayamos a cualquier país [europeo] no hará falta hacer cambios'.
Además de la zona de actividades euro, el centro incluye juegos didácticos por ordenador y una sala para proyecciones. En la entrada, además, hay paneles con las distintas caras nacionales de la moneda y su acuñación particular en los 12 países miembros de la Unión Económica y Monetaria. La muestra aprovecha para ilustrar al visitante y esboza retazos de la historia y la cultura. Así, en el espacio dedicado a Italia, las monedas aparecen con el coliseo de Roma, el Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli o El Hombre de Leonardo da Vinci. Otros países acuñan la cara de los euros con la imagen de sus regentes. Como en el caso de Holanda, donde se aprovecha para dar datos biográficos de la Reina Beatriz, cuya imagen acuña sus monedas. Una ficha técnica de cada país recuerda desde su nombre y características hasta su comida típica.
Comercio estudia la posibilidad de abrir dos nuevos centros euro en Valencia y espera recibir 100.000 visitas en el centro inaugurado ayer hasta finales de año. En la Comunidad hay unas 300 entidades colaboradoras en la difusión del euro y más de 1.000 puntos de información.
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