El PP rechaza las propuestas de los socialistas para reformar el Reglamento del Congreso

Semana tras semana desde hace tres meses, representantes de todos los grupos parlamentarios se reúnen de manera discreta en sesiones de trabajo para estudiar la reforma de todos los artículos del actual Reglamento del Congreso de los Diputados. La modificación del texto que señala las reglas del juego de la Cámara se intenta sin éxito desde hace 10 años. La mayoría de los nuevos artículos están ya acordados en lo que se refiere a mejoras técnicas y agilización de procedimientos. Los asuntos conflictivos, sin embargo, siguen donde siempre han estado.

'El método de trabajo es falaz porque se avanza y se deja pospuesto todo lo que implica conflicto y desacuerdo, que es todo lo importante para la oposición', señala uno de los asistentes a la reunión.

Giro espectacular

El pasado miércoles los representantes socialistas Rosa Conde y Luis Martínez Noval pusieron sobre la mesa todas las demandas para saber hasta dónde va a llegar el Partido Popular. 'Tendrá que haber un giro espectacular para que haya acuerdo', aseguran en la dirección del partido tras conocer la respuesta que dieron al PSOE los representantes del PP dirigidos por el diputado Manuel Núñez.

Todos los problemas vienen por el objetivo del PSOE de someter al Ejecutivo a un control parlamentario más estrecho. Los socialistas preguntaron al PP si aceptan que el presidente del Gobierno se someta a una interpelación mensual.

'La respuesta fue un no rotundo', señalan fuentes socialistas. Los mismos interlocutores informan de que hubo también una negativa firme a la petición de introducir el derecho de los diputados para que de manera individual intervengan en debates importantes.

Otra negativa recibió la demanda de que el grupo mayoritario de la Cámara, que apoya al Gobierno, no cope la mitad de las preguntas semanales que se formulan a los ministros, al considerar que se desvirtúa la sesión de control. Un asistente a la reunión ironizaba al poner un ejemplo sobre las características de las preguntas que el PP formula al Gobierno todas las semanas: '¿Verdad que España va bien, señor ministro?'.

El resto de las demandas del PSOE no recibieron el rechazo definitivo sino que se colocaron bajo el rótulo de 'se estudiarán'. Se trata de que el grupo mayoritario de la Cámara acepte que el Reglamento recoja el derecho de los grupos parlamentarios de pedir la comparecencia del fiscal general del Estado, de los fiscales especiales y de los directivos de empresas públicas privatizadas.

Estas peticiones se han realizado repetidamente en los últimos años y nunca han llegado a plasmarse por la negativa de la mayoría de los miembros de la Mesa del Congreso, encabezados por los representantes del PP. Ante el Tribunal Constitucional existen recursos presentados por el PSOE por la negativa del órgano de dirección del Congreso a tramitar este tipo de comparecencias.

El escepticismo del PSOE ante la viabilidad de este pacto sobre las normas de funcionamiento del Congreso no alcanza a otras negociaciones que se intensificarán esta semana con muchas posibilidades de salir adelante. Se trata de la provisión de puestos para órganos constitucionales como el Tribunal de Cuentas y el Consejo General del Poder Judicial.