El silencio de Mendieta y la búsqueda de un posible sustituto

Cierto que nunca ha sido un tipo dicharachero ni extrovertido, sino todo lo contrario: tímido y retraído. Pero es que, en los últimos meses, Gaizka Mendieta, de 27 años, vive especialmente recluido en su caparazón, agobiado por la fama. Todo el mundo habla de su futuro menos él, que ha decido esperar al final para decir dónde quiere jugar la próxima campaña.

El capitán del Valencia ha concluido un ejercicio muy extraño. Sin la alegría que le caracterizó en anteriores temporadas, sin la exuberancia de antaño y con un frecuente exceso de individualismo, Mendieta ha seguido siendo uno de los jugadores más determinantes del Valencia. Y su silencio en las últimas semanas parece augurar ahora sus deseos de dejar el club de Mestalla, de asomarse a otros retos. Si por él fuera, se marcharía al Manchester United, club y equipo al que admira por su manera de entender el juego. Pero todavía quedan por resolver una cláusula de rescisión de 10.000 millones y la presión de la hinchada, que no quiere que se marche. En caso de que se marchara, el Valencia ya ha pensado en su sustituto: el centrocampista del Espanyol Sergio, de 25 años.

El club de Mestalla prepara la próxima campaña y en ella figura la llegada del atacante serbio del Juventus Kovasevic, ex de la Real Sociedad, por el que pagará unos 2.500 millones. Otro delantero que llega es el joven Mista, del Tenerife. Mista volverá a estar a las órdenes de Rafa Benítez, el joven entrenador madrileño que, inopinadamente, ha fichado el Valencia. Fichaje que no ha caído muy bien en una gran parte de la hinchada, que pretendía a alguien con más nombre. Muy difícil va a tenerlo Benítez: no solamente por lo alto que dejó el listón Cúper, sino porque la afición no parece dispuesta a ser paciente con él.

El Valencia le ha abierto la puerta de salida a Deschamps, que entrenará al Mónaco, y a Milla, que se retira. También intentará desprenderse de Zahovic, que tiene una oferta del Benfica, de Ilie y de Kily González. Este último, sin embargo, se resiste a abandonar el club de Mestalla.