La UE confía en conseguir la ampliación en 2002
Los líderes europeos presionan a los aspirantes para que adapten sus legislaciones a la de la Unión
'Ha sido una solución sabia para la UE y estimulante para los candidatos'. La frase del presidente de Francia, Jacques Chirac, resume muy bien lo ocurrido, porque, además de no comprometerse en la fecha para el fin de las negociaciones, mete presión a los aspirantes para que encajen sus legislaciones a la de la UE.
La fórmula ideada, compleja y de difícil interpretación como ocurre en estos casos en el seno de la UE, sólo podía salir del bolígrafo de dos altos funcionarios que llevan a sus espaldas más de 50 cumbres europeas. 'El plan de trabajo debería permitir que, para finales de 2002, concluyan las negociaciones con los países candidatos que estén preparados, siempre que se mantengan a buen ritmo los progresos en el cumplimiento de los criterios de adhesión'. 'El objetivo', agrega, 'es que éstos participen en calidad de miembros en las elecciones al Parlamento Europeo de 2004'.
Tanto en las conclusiones de la cumbre de Niza de diciembre pasado como en el citado plan de trabajo acordado allí, ya se indicaba el año 2002 como fecha de referencia para terminar las negociaciones. Suecia, la Comisión Europea y la mayoría de países de la UE buscaban ahora en Gotemburgo ir más lejos y comprometerse a respetar esa fecha. Francia y Alemania lo han impedido y sólo han admitido 'reiterar' ese plan de trabajo, como se indica en las conclusiones, que 'debería permitir' cumplir esa fecha.
Si, efectivamente, se cumpliera el calendario previsto, los primeros países incorporados participarían 'en calidad de miembros' en las elecciones de 2004, ya que el proceso de ratificación de los correspondientes tratados dura aproximadamente año y medio.
Pero los Quince también proclamaron ayer que 'la ampliación es irreversible', lo que, unido al encaje de bolillos, satisfizo a todos. Ir más lejos hubiera sido 'un riesgo', dijo el canciller alemán, Gerhard Schröder. 'Es un mensaje político fuerte por la ampliación con un horizonte temporal, pero sólo para los que estén preparados', insistió el primer ministro francés, Lionel Jospin. Tony Blair, primer ministro británico, afirmó sentirse 'satisfecho' por el acuerdo.
'Ha habido un toma y daca, pero hemos conseguido lo que queríamos', declaró el primer ministro sueco, Göran Persson, cuyo país ejerce la presidencia de la UE hasta el próximo 30 de junio. 'Es lo que nosotros propusimos desde el principio', afirmaba el ministro francés Pierre Moscovici. 'Se dice exactamente lo que dice el plan de trabajo aprobado en Niza', aclaró el primer ministro belga, Guy Verhofstadt. 'Se ha hecho un buen trabajo en relación con la ampliación', comentó José María Aznar. 'En el sentido práctico, no cambia nada, pero al menos hay un mensaje político por la ampliación', reconoce un portavoz de la Comisión.
Aspirantes satisfechos
También los primeros ministros de los países candidatos transmitieron a los Quince, durante el almuerzo de ayer, que habían recibido muy positivamente el mensaje. 'La ampliación no debe sufrir ningún retraso, y en ese terreno hemos captado una muy buena señal', declaró después el jefe del Gobierno polaco, Jerzy Buzek. Entretanto, el no irlandés al Tratado de Niza sigue siendo el principal escollo que salvar para no interferir en la ampliación. El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, viajará la semana que viene a Dublín para empezar a buscar una solución para ese previsto segundo referéndum.
El Consejo no adoptó decisión alguna sobre el reparto de nuevas sedes europeas. Barcelona aspira a acoger la Autoridad Alimentaria Europea, pero Helsinki cuenta con ventaja por no tener ninguna otra sede. El Consejo 'proseguirá sus esfuerzos para adoptar una decisión', señalan las conclusiones.
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