Orejas para Padilla y Puerto
En realidad, el verdadero triunfador de la corrida fue Víctor Puerto, por más que Juan José Padilla cortara una oreja en el segundo de la tarde. Víctor Puerto demostró ayer en Vista Alegre que es un torero dominador, no exento de mucha calidad torera. A su primer toro, tercero de la tarde, le toreó con la mano derecha, con mucha vibración, instrumentando derechazos muy ligados y templados. Aunque fundamentalmente en ese toro hay que destacar sobremanera los aspectos técnicos, en los cuales a un toro algo bronco le hizo pasar por el aro. El presidente fue injusto con él al no darle una oreja, si comparamos con la oreja que en el toro anterior le otorgó a Padilla. O a los dos o a ninguno. Después, en el sexto de la tarde, Víctor Puerto recibió al toro con tres largas cambiadas. Más tarde, en la faena, tejió naturales largos, templados y además lo roció con desplantes muy toreros. A continuación, con la mano diestra, puso de relieve el temple de su mano y el dominio que ejerció con ese toro. Remató con unos naturales, pases por alto, un afarolado. Y para remate último dio unos derechazos, que la verdad no le salieron tan finos. Para arreglarlo, se hincó de rodillas y se pasó por molinetes al toro. Acabó con una estocada y salió con un tropezón en el pecho. Pasó a la enfermería, pero, afortunadamente, después de un rato, salió por su pie hacia el hotel.
Algarra / Cordobés, Padilla, Puerto
Seis toros de Luis Algarra, con poca fuerza, borregos, 2º y 6º nobles. El Cordobés: pinchazo y estocada trasera (aplausos); tres pinchazos y media estocada desprendida (silencio). Juan José Padilla: media estocada desprendida (oreja); estocada (ovación). Víctor Puerto: estocada desprendida (petición de oreja); estocada (oreja). Plaza de Vista Alegre, 15 de junio. Corrida del 701º aniversario de la Fundación de Bilbao. Menos de media entrada.
De Juan José Padilla es mejor que hagamos abstracción del quinto de la tarde, en el que no hay nada que destacar, salvo su falta de recursos para torear a un toro rajado y con poca fuerza. Donde hay que darle más mérito es en ese primer toro suyo, segundo de la tarde, donde después de recibirle a porta gayola y unos lances que calentaron al público, en el tercio de banderillas hay que destacar un excelentísimo segundo par. El tercero también fue bueno, mas ese segundo par tuvo mucha vibración, por la arrancada del toro y porque él ejecutó la suerte del encuentro con mucha perfección. En ese toro realizó una faena con la mano derecha con pases ligados y templados. Con la mano zurda, sin mucho relieve. Luego hizo un alarde de estatuarios mirando al público.
De El Cordobés nada que reseñar, excepto que completó una tarde bastísima, con falta de colocación, sin sitio, sin nada de nada. Fue tan insulsa su actuación como el monólogo de un borracho frente a un Audi de segunda mano.
Babelia
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