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El municipio de Quesada nombra hijo predilecto al recientemente fallecido pintor José Luis Verdes

Ginés Donaire

El pueblo de Quesada (Jaén) saldó ayer parte de la deuda que tenía contraída con el pintor José Luis Verdes, fallecido en Madrid el pasado 30 de marzo, al nombrarlo hijo predilecto merced al acuerdo plenario alcanzado por todos los grupos políticos. El acto contó con la presencia de los cuatro hijos del pintor y sirvió para homenajear a un artista muy vinculado durante gran parte de su vida a este municipio del parque natural de Cazorla. Las cenizas del pintor fueron esparcidas por el río Guadiana Menor, muy cerca de la finca El Salón, propiedad de la familia de Verdes.

'Estábamos en deuda con él, y era lo menos que se merecía un artista que ha divulgado el nombre de Quesada por todas partes', dijo el alcalde de la localidad, Manuel Vallejo, antes de inaugurar una exposición con algunas de las obras más representativas de un artista que cultivó el hiperrealismo, el grabado y la abstracción.

La exposición inaugurada completa el legado de Verdes disperso por varios edificios de Quesada. Así, el Ayuntamiento cuelga en sus paredes una decena de dibujos de personajes populares del pueblo, otros dos cuadros del pintor se exponen en el Museo Rafael Zabaleta mientras que en la finca familiar se conserva la obra más conocida del pintor, El mito de la caverna, premiada en la Bienal de São Paulo de 1977 y que él quiso donar al museo Reina Sofía.

Precisamente, ayer, durante la mesa redonda en la que participaron varios escritores y estudiosos de la obra de Verdes se recordó el conflicto que éste tuvo con el Museo de Jaén, de donde, en 1996, retiró la citada obra, ya que consideraba que no se exhibía tal y como la había concebido y el estado de conservación dejaba mucho que desear. La obra es un montaje pictórico y audiovisual inspirado en el mito que narra Platón en su libro VII de La República.Verdes también dejó huellas de su obra creativa en la iglesia parroquial de Quesada y en la ermita de la aldea de Collejares, así como en el colegio público que lleva su nombre, donde compartió la autoría de un collage con los alumnos del centro. Además, José Luis Verdes da nombre al Concurso Internacional de Pintura que se celebra de manera ininterrumpida desde el año 1971 y que es una actividad paralela al Concurso Rafael Zabaleta, del que fue Verdes su discípulo. No obstante, el primer maestro de Verdes fue Manuel Gutiérrez Navas, en cuyo estudio empezó a sembrar su afición por la pintura.

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