La cadena NBC se entrega a la 'telebasura' con un concurso sádico
La idea es de los creadores de 'Gran Hermano'
Incluso el presentador, Joe Rogan, es rancio y barato, sacado de un papel secundario en una telecomedia de quinta fila. Como dice The Washington Post, después de Fear factor a Rogan sólo le queda presentar peleas de gallos en Tijuana.
Las reglas del concurso son tan sencillas como inhumanas. Seis personas (tres hombres de mandíbula perfecta y tres mujeres aspirantes a modelos) deben superar pruebas atroces si quieren seguir compitiendo por los 50.000 dólares (10 millones de pesetas) que se lleva el ganador. Es una cantidad miserable si se compara con los 200 millones para el ganador de Superviventes. Fear factor, al fin y al cabo, es televisión de verano: no conviene gastar mucho porque el dinero se acaba.
Las mentes siniestras de los guionistas de Endemol (las mismas que idearon el polémico concurso Gran Hermano) han pensado que al espectador medio de Estados Unidos le encantará cenar a las ocho de la tarde viendo cómo entran serpientes en la boca de un concursante. Y han acertado: el programa fue líder de audiencia el martes, con una media de 12 millones de espectadores.
El concurso, que agranda el cáncer audiovisual que afecta a la televisión estadounidense, tuvo un primer episodio antológico. La prueba más esperada (y anticipada en autopromociones) consistía en introducir a cada concursante en un habitáculo similar a un ataúd y, a oscuras, echarle encima 400 ratas vivas. Los concursantes -todos en pantalón corto y camisetas de tirantes- debían permanecer inmóviles un largo tiempo si querían superar la prueba. Sólo uno se descolgó; los otros cinco se sometieron a la vejación con gritos trágicos del tipo '¡Me ha mordida una en el muslo!' o '¡Me ha hecho sangre en la cara!'. Los mordiscos y la sangre eran de verdad, y el presentador fantoche se esmeraba en recordarlo.
Los concursantes -esto es América- han firmado un documento por el que renuncian a demandas judiciales contra la NBC en caso de algo falle. Tampoco podrán alegar 'daño psicológico' ante un juez si dentro de unos años siguen soñando con ratas embravecidas. No pueden quejarse: se les ha puesto gratis la inyección del tétanos antes de que las ratas empezaran a morder.
Para el resto del verano, los productores prometen pruebas con serpientes y gusanos en diferentes situaciones. También serán abandonados en el desierto y perseguidos por perros rabiosos, o se les hará caminar por una viga en un rascacielos en construcción. Todo por 10 millones para el ganador y 12 millones de espectadores para la NBC.
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