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Socialistas y nacionalistas reprochan a Posada el 'deterioro autonómico'

Luis R. Aizpeolea

Las seis comunidades autónomas gobernadas por los socialistas recelan de la Ley de Cooperación autonómica, cuyas líneas generales fueron presentadas ayer en el Senado por el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada. Pero el recelo no es tanto por las pretensiones de la ley, que Posada se encargó de suavizar, como por el 'grave deterioro del Estado de las autonomías', cuya responsabilidad atribuyen los socialistas al Gobierno. La sesión se convirtió en una denuncia contra el Gobierno por la situación del Estado de las autonomías.

El presidente de Baleares, el socialista Francesc Antich, fue la punta de lanza de la denuncia de las comunidades gobernadas por el PSOE en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado y al ministro le correspondió escuchar un auténtico 'chorreo' por la 'deteriorada situación autonómica'. Antich denunció ante Posada la paralización del Senado, la ausencia del debate sobre el Estado de las autonomías, que no se celebra desde 1997, pese a que el reglamento establece su periodicidad anual; la ausencia de las conferencias sectoriales, pese a que deben reunirse anualmente, y la parálisis del Consejo de Política Fiscal y Financiera. 'Si no funcionan a pleno rendimiento y de forma adecuada las conferencias sectoriales ni el Consejo de Política Fiscal y Financiera ni el Senado como foros de cooperación, ¿qué credibilidad puede tener crear nuevos foros con la ley anunciada por el Gobierno?', se preguntó.

Antich fue claro: 'Antes de embarcarnos en una ley tan relevante, como la de Cooperación, será indispensable crear una relación más positiva entre el Estado y las comunidades autónomas. Si no hay una confianza institucional plena, la iniciativa cae bajo la sombra de la sospecha. De hecho, se ha llegado a apuntar que la Ley de Cooperación podría encubrir nada menos que una segunda LOAPA', la ley de Armonización del Proceso Autonómico de 1981, anulada en buena parte por el Constitucional.

La denuncia de Antich, que también atacó al Gobierno por su frecuente recurso al Constitucional de decisiones de gobiernos autonómicos, fue secundada por los representantes de Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura -todos ellos socialistas- que resaltaron la contradicción entre las 'buenas intenciones' de Posada con la forma de aplicar el Gobierno la política autonómica en asuntos como el Plan de Humanidades, la Ley Penal del Menor, la modificación de los tributos cedidos a las autonomías o el sistema de financiación autonómica.

Anxo Quintana, senador del BNG, fue la voz nacionalista en el debate y acusó al Gobierno de generar 'una estrategia similar a la de la LOAPA'. Posada se comprometió a contar con las autonomías en la elaboración de la Ley de Cooperación, pero fue incapaz de responder a las denuncias por el 'deterioro autonómico'.

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