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El PSOE ve acoso del Gobierno a Villarejo

Sería 'inaudito y escandaloso' que el Gobierno tratara de intimidar, 'abatir' y 'atemorizar' al fiscal Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, para que desistiera de su tarea de investigar casos de corrupción económica, en general, y los que pudieran estar próximos 'a los aledaños del poder'. Esta es la sospecha del PSOE, que ayer expuso su portavoz parlamentario de Justicia, Javier Barrero, ante las acusaciones de ese funcionario sobre posibles 'interferencias' en su trabajo del Fiscal General del Estado, Jesús Cardenal.

El PSOE ha solicitado la comparecencia 'urgente' en el Congreso de Cardenal, del ministro de Justicia, Ángel Acebes y del propio Jiménez Villarejo. IU ha hecho lo mismo.

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En medios parlamentarios oficiales se dudó ayer de que de la Mesa del Congreso admita a trámite las dos últimas comparecencias, aunque sí podría aceptar la de Acebes. En situaciones similares, el órgano de dirección de la Cámara, con la mayoría del PP y la ayuda de otros grupos de centroderecha, ha impedido la comparecencia del fiscal del Estado, lo que ha motivado recursos de los socialistas.

Casi al tiempo que Barrero presentaba estas solicitudes tuvo conocimiento de una petición de información a Jiménez Villarejo por parte de Cardenal y reaccionó: 'Esperamos que esta medida no sea para atemorizarle, porque sería escandaloso e insólito'. Barrero aventuró que las malas relaciones entre ambos 'nacen del entorpecimiento en la investigación de un fiscal sobre el caso Ercros al estar imputado un ministro', en alusión al titular de Exteriores, Josep Piqué, 'queja que figuraba en la memoria del fiscal Anticorrupción'.

El diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo rechazó las acusaciones del PSOE. Del Burgo arremetió contra Villarejo por 'lanzar cortinas de humo para encubrir sus carencias funcionales' y su 'clamoroso fracaso' tras cinco años en Anticorrupción, donde presentaba 'escándalos del siglo que se diluían en el olvido o recibían el varapalo de los tribunales'.

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