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Crónica:Penúltima jornada de Segunda División
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Betis se aferra al ascenso

Polémica por un gol anulado al Recreativo

El Betis llega vivo a Jaén. Ésa es la mejor noticia que deparó ayer el partido que le enfrentó al Recreativo de Huelva, que definitivamente despertó en Sevilla del largo sueño que ha marcado su temporada. Una vuelta a la realidad que se produjo de forma bastante brusca: aún resonaban los gritos de éxtasis de las 51.000 gargantas que abarrotaban las gradas del estadio verdiblanco cuando el recreativista Camacho vio como el colegiado le anulaba un golazo conseguido a balón parado desde una distancia inverosimil. El motivo: el asistente había invalidado la jugada en su inicio por encontrarse un jugador del Recreativo en fuera de juego. Un mazazo que sacó al Recre de su ensueño y devolvió al Betis la respiración y el pulso perdidos tras un repullo que le dejaba a merced de sus perseguidores a falta de 90 minutos de campeonato.

BETIS 1| RECREATIVO 0

Betis: Prats; Filipescu, Rivas, Belenguer, Luis Fernández (Otero, m. 58); Joaquín, Castaño (Capi, m. 63), Cañas, Denilson (César, m. 80); Casas y Amato. Recreativo de Huelva: Luque; Galán, Molina, Juanmi, Espínola; Barajas (Camacho, m. 60), Gallego (Bodipo, m. 64), Soto, Benítez; Xisco y David. Goles: 1-0. M. 80. Belenguer controla con el pecho un centro medido de Denilson y engatilla con fuerza el balón ante la salida de Luque. Árbitro: Texeira Vitienes (C. cántabro). Amonestó a Galán, Juanmi, Gallego, Bodipo, por el Recreativo, y a Amato y Denilson por el Betis. Expulsó a Juanmi por doble amonestación. Unos 51.000 espectadores en el Manuel Ruiz de Lopera. Casi lleno. Denilson, que vio la quinta tarjeta amarilla, no podrá jugar la última jornada de Liga que el Betis disputará en Jaén. La policía tuvo que cargar contra un grupo de aficionados del Betis en la zona de Gol Sur.

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Apenas un minuto antes, el gol de Belenguer había permitido a los jugadores del Betis recobrar el resuello y, sobre todo, la confianza en que todo dependía aún de ellos. Poco importaba ya que el Tenerife hubiera goleado a un descendido Lleida y que Fernando Torres, de nuevo, se hubiera echado al Atlético a sus espaldas; el Betis mantenía las distancias para encarar su último y agónico asalto a Primera en La Victoria de Jaén.

Tan agónico como el que ayer le planteó un Recreativo que aplicó de cabo a rabo su abc futbolístico y a punto estuvo de acabar con la salud de más de un seguidor verdiblanco: seguridad bajo los palos -espléndido Luque-, orden militar en defensa, presión al límite hasta inutilizar al rival y rápidas contras antes de que éste se desperezase.

Éstas han sido sus señas de identidad todo el curso y, pese a comentarios maledicentes, ésas fueron sus armas ayer ante un Betis que se vio superado en la primera mitad y que tuvo que esperar a verse con el agua al cuello para reaccionar y poner la casta que se le ha requerido durante toda la temporada. Sólo de esta forma, con ganas y una sobredosis de testosterona (las de Denilson y Joaquín), pudo el Betis despejar los nubarrones que se cernían sobre su futuro.

Eso, y el empuje de una hinchada que compensó con sus ánimos la dejadez y los nervios que por momentos parecieron engullir a todo su equipo. El Betis evitó complicaciones de ultimísima hora y ganó una semana de sosiego para preparar su definitiva cita con el ascenso.

Luis Fernández pelea con Espínola por un balón.
Luis Fernández pelea con Espínola por un balón.ALEJANDRO RUESGA

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